Por Paul Buenader
CEO B&B

El rubro de COMEX siempre estuvo un paso atrás a nivel tecnológico por ser muy tradicional y manejarse mayormente con expedientes y papeles que se presentaban de forma presencial. Sin embargo, en Argentina, la Administración Pública está trabajando fuertemente para favorecer la digitalización de procesos y muchas Empresas del sector privado identificaron este suceso como una oportunidad, incluso pre-pandemia.

Claramente la situación de pandemia y confinamiento colaboraron para que se acelerara la transformación digital en un sector que lo necesitaba. El comercio sin papel implica la digitalización de flujos de información, la habilitación del intercambio electrónico de datos y documentos relacionados con el comercio; hoy ya podemos pensar en transacciones comerciales que utilizan datos electrónicos en lugar de documentos impresos.

Esta nueva metodología presenta interesantes desafíos para la industria; la transformación de lo que tradicionalmente era un sistema de documentación en papel y que hoy pasó a digital, puede acelerar el comercio y aliviar el costo de hacer negocios en un mundo obligado a usar la conectividad en su máxima potencia; el beneficio en agilidad de procesos, mejoras de los tiempos y economizar cada negocio aplica a empresas chicas y grandes por igual.

Ahora bien, ¿por qué aún existen Compañías que no avanzan en sus procesos de digitalización? En la actualidad los mayores obstáculos a sortear son la falta de recursos calificados para afrontar esta transformación y la inversión necesaria para la implementación in-house.

La falta de recursos disponibles en los equipos ya conformados, puede superarse a través de la ampliación del área de sistemas y la gestión de un área de procesos más robusta, con talentos que puedan generar estrategias de digitalización y realizar un seguimiento más activo.

En cuanto a la inversión, existen opciones más económicas que no requieren una ampliación del equipo interno, tales como acudir a una consultoría externa o adquirir soluciones tecnológicas empaquetadas. Lo que es seguro es que en el corto o mediano plazo se convertirá en ahorro para la organización.

Por otra parte, esta iniciativa fomenta no solo la transparencia de los procesos, que se vuelven más trazables y controlables, sino que además reduce la contaminación y convierte al Comercio Exterior en una actividad más sustentable; las cadenas de suministro globales son complejas y tradicionalmente implican la impresión, el envío, el procesamiento, el intercambio y, en última instancia, el descarte de grandes cantidades de documentos físicos.

La facilitación del comercio, y en particular la implementación del Comercio Exterior sin papel, tiene el potencial de reducir significativamente estas cargas ambientales.