Por Violeta García, Globalports//
Santiago Mandolesi, presidente del Consorcio de Gestión del Puerto de Bahía Blanca, durante el evento Oil & Gas 2024 en Neuquén y destacó que Bahía Blanca alberga el quinto polo petroquímico más grande de Argentina.
La infraestructura y las capacidades logísticas del puerto de Bahía Blanca lo consolidan como un eslabón clave en la cadena de valor de la industria petroquímica, química y energética de Argentina, así como en el comercio exterior.
Un motor para la petroquímica: el papel del gas
“El crecimiento de la producción de gas ha impulsado nuevas oportunidades. Recientemente otorgamos una reserva de tierras a Pampa Energía para una planta de fertilizantes que duplicará la capacidad de Profertil, marcando un hito en la expansión de nuestra industria”, explicó Mandolesi.
El titular del puerto, amplió que el polo petroquímico de Bahía Blanca alberga empresas líderes como Mega, dedicada a la separación de gases, y Profertil, productora de urea que utiliza gas proveniente de Vaca Muerta en sus procesos. El impacto del gas no solo fortalece la industria petroquímica, sino que también genera interés en la instalación de nuevas plantas que puedan aprovechar el etano y otros derivados como insumos estratégicos.
“Actualmente estamos quemando etano porque no podemos exportarlo. Esto es una pérdida de potencial, pero estamos trabajando en soluciones para convertirlo en un motor de desarrollo petroquímico”, señaló Mandolesi. “Bahía Blanca sigue siendo un puerto estratégico para proyectos futuros en esta industria debido a su infraestructura y capacidad logística” afirmó
El petróleo y su impacto en la expansión portuaria
El crecimiento de Vaca Muerta también ha sido un catalizador para la infraestructura relacionada con el petróleo. En Puerto Rosales, que comparte la vía navegable con Bahía Blanca, se duplicó la capacidad de exportación mediante un ducto de transporte, mientras que TGS y otras empresas invierten en nuevos tanques de almacenamiento de gran capacidad.
“Estas inversiones no solo refuerzan nuestra capacidad logística, sino que también consolidan al puerto como un eje estratégico para la exportación de hidrocarburos en Argentina”, destacó Mandolesi.
Colaboración entre puertos: una visión compartida
A pesar de la decisión de YPF de ubicar su planta de GNL fuera de Bahía Blanca, Mandolesi subrayó la importancia de una visión colaborativa entre los puertos argentinos.
“No somos competidores, somos complementarios. La cooperación con los puertos patagónicos y los del norte, como Rosario y San Lorenzo, permitirá que el crecimiento de Vaca Muerta beneficie a toda la red portuaria del país”, afirmó.
Mandolesi también remarcó la necesidad de desarrollar una estrategia nacional que integre los esfuerzos de todos los actores portuarios para maximizar el impacto de Vaca Muerta en la economía argentina.
Proyectos futuros: diversificación y crecimiento sostenible
El Puerto de Bahía Blanca no solo se enfoca en hidrocarburos, sino que mantiene una posición diversificada al manejar petróleo, petroquímicos, cereales y contenedores. Esta diversidad lo convierte en un puerto único en su tipo y le permite equilibrar el crecimiento en distintos sectores.
Entre los proyectos futuros, destacan nuevas iniciativas en la separación de gases, el desarrollo de más plantas petroquímicas y la ampliación de las capacidades logísticas para manejar mayores volúmenes de exportación.
“Estamos comprometidos con fortalecer nuestro puerto como un nodo estratégico para el desarrollo industrial del país. Nuestra diversificación nos permite adaptarnos a las demandas de distintos sectores y seguir impulsando el crecimiento regional”, concluyó Mandolesi.
Con inversiones sostenidas, una visión integradora y una ubicación estratégica, el Puerto de Bahía Blanca, a través de su presidente Santiago Mandolesi, reafirmó el papel del puerto como un motor clave para la economía de Argentina y el desarrollo de Vaca Muerta.