El Ministerio de Defensa, que conduce Jorge Taiana informa, que continuando con el desarrollo de la Campaña Antártica de Verano 2022/23, el rompehielos ARA “Almirante Irízar” emprendió el miércoles por la tarde su navegación por el Mar de Weddell y logró flanquear con éxito el témpano A81, que se desprendió de la barrera de hielo Brunt, para llevar adelante el abastecimiento de la Base Belgrano II.

De acuerdo a lo planificado por el Comando Conjunto Antártico (COCOANTAR), el Rompehielos ARA “Almirante Irízar” zarpó el miércoles por la tarde desde la Base Antártica Conjunta (BAC) Orcadas para dirigirse a la BAC Belgrano II, dando inicio a su travesía hacia el sur del mar de Weddell.

Esta ruta marítima representa un desafío adicional, puesto que es la base antártica argentina más austral y ello implica una navegación dificultosa a causa de la presencia del campo de hielo.

A esto se suma, en esta oportunidad, la presencia de un témpano gigante denominado A81 que, a través del Departamento Operaciones de la unidad, es monitoreado a bordo a través de imágenes satelitales por personal experto dependiente del Servicio de Hidrografía Naval.

Este témpano producto de la ruptura que se produjo el 23 de enero en la barrera de hielo Brunt, cuenta con 1.560 km2 de superficie y abarca un total de 25 millas náuticas de ancho por 30 de largo.

Adicionalmente, se produjeron rupturas secundarias que formaron témpanos de varias decenas de kilómetros de extensión y que también están a la deriva en el sur de este mar.

Para sortear el mismo, una vez arribados a la zona del A81, se efectuaron observaciones a través de un vuelo glaciológico con helicópteros Sea King, a fin de sobrevolar el mismo, para constatar desprendimientos secundarios y escombros de hielo liberados, factor que también podrían llegar a dificultar la navegación de regreso al norte. Finalmente, con esta información se determinó la ruta de navegación más segura para evitarlo.

Cabe destacar que, desde el punto de vista operativo el A81 no representa peligro alguno, puesto que el Irizar cuenta con sistemas electrónicos de última generación – que fueron actualizados para esta Campaña Antártica – y la capacidad humana a bordo para analizar y determinar una navegación segura aún durante la noche, con hielos y la baja visibilidad propios de la Antártida.