Maronti S.A. presentó su nuevo buque pesquero multipropósito construido íntegramente por SPI Astilleros. La ceremonia se convirtió en un homenaje a la perseverancia, la capacidad técnica y el trabajo argentino.
Redacción GlobalPorts
En la Escollera Norte del puerto de Mar del Plata, frente a la Base Naval, se presentó el nuevo buque pesquero de Maronti S.A “Santísima Trinidad”. El evento reunió a empresarios, trabajadores navales, autoridades nacionales, provinciales y locales, representantes de la Armada, Prefectura, la Escuela Nacional de Pesca y la Universidad Tecnológica Nacional, junto a familiares y amigos que acompañaron con emoción el cierre de una etapa y el inicio de otra.
La ceremonia tuvo todos los rituales que marcan los grandes logros navales: las palabras de reconocimiento, la bendición de la embarcación, el bautismo con la tradicional botella estrellada contra la proa y la entrega de maquetas del buque realizadas por artesanos locales.
Pero más allá del protocolo, lo que dominó la jornada fue el orgullo compartido de haber llevado adelante un proyecto concebido, diseñado y construido íntegramente en el país, con mano de obra calificada y tecnología de última generación.

Un proyecto gestado con visión
Sandra Cipolla, al frente del astillero, destacó que cada pieza del Santísima Trinidad guarda el esfuerzo de ingenieros, técnicos, soldadores, electricistas, proyectistas, proveedores y profesionales formados en universidades públicas que hicieron posible su concreción. Y subrayó: “La confianza es clave. En un país con tantas dificultades macroeconómicas, sin confianza proyectos de este tipo no existirían.”
Por su parte, Horacio Tettamanti, socio fundador SPI, evocó la dimensión simbólica del momento: “Siempre una botadura es un momento de enorme emoción. Pero este barco reúne la máxima aspiración que podemos tener: hecho por argentinos, para una familia argentina, con tradición de cuarta generación, tripulado por argentinos y con bandera argentina.” Señaló también: “El Santísima Trinidad demuestra que cuando los argentinos dialogamos, nos escuchamos y fijamos un rumbo común, logramos cosas que parecían imposibles. El esfuerzo de Tony y Sandra fue extraordinario y ojalá marque un rumbo.” Antes de cerrar, resumió: “La pesca es una actividad compleja, llena de obstáculos administrativos y financieros. Pero cuando uno ve el barco terminado, dice: valió la pena. Este barco es un testimonio de que sí se puede.”
Desde Maronti S.A., su presidente Antonio Baldino habló del legado familiar iniciado por su abuelo, inmigrante italiano, y valoró poder concretar este proyecto junto a sus hijos, la cuarta generación: “Este barco va a dar que hablar, va a ser un indiscutido número uno, no solo por sus características constructivas sino por el grupo humano”. Su hijo Nicolás Baldino, de 25 años, agregó: “Fue una apuesta en un momento de mucha incertidumbre. No veo solamente un barco pesquero, sino el trabajo de decenas de empresas nacionales y también extranjeras trabajando en conjunto con un mismo objetivo”.
Es el tercer buque multipropósito construido por SPI Astilleros para Maronti, siguiendo la línea iniciada por los buques Luigi y Anita. La nueva unidad marca un salto de escala para la empresa pesquera, que inició sus operaciones en 2009 y hoy desembarca sus productos en Mar del Plata, Puerto Madryn y Comodoro Rivadavia, abasteciendo tanto al mercado interno como a destinos internacionales con pescado fresco y congelado.


Orgullo, trabajo y futuro
Durante el acto, los directivos de Maronti destacaron que este buque representa mucho más que una nueva herramienta de trabajo: es el resultado de años de esfuerzo paciente, de confianza mutua con el astillero, y de una apuesta al crecimiento sustentado en el empleo local y la innovación tecnológica.
El “Santísima Trinidad” , con cerca de 40 metros de eslora y 11,5 de manga, está diseñado para operar con una tripulación de hasta 40 personas, con autonomía para 40 días de navegación. Sus mareas promedio serán de 15 a 20 días, orientadas a la captura de merluza, calamar y langostino. Cuenta con planta de procesamiento y congelado a bordo, capacidad de bodega cercana a las 300 toneladas y sistemas modernos de navegación y localización de cardúmenes.
Desde SPI Astilleros, en tanto, se remarcó el valor estratégico de este tipo de construcciones para la industria naval argentina, por el volumen de empleo calificado que generan, la integración de proveedores locales y el fortalecimiento de capacidades técnicas que permiten al país diseñar y construir buques de alta complejidad.
Reconocimientos y celebración
Durante el acto, se entregaron dos maquetas a escala del buque: una para el capitán de la embarcación, Claudio Converset, y otra para las autoridades de SPI Astilleros. También hubo placas de reconocimiento: SPI distinguió a Horacio Tettamanti y a Antonio Baldino; el Consorcio Portuario Regional Mar del Plata reconoció tanto a SPI como a Maronti por su trayectoria y compromiso con la industria naval argentina; y ambas empresas homenajearon a la Base Naval de Mar del Plata por su vocación de servicio y espíritu colaborativo.
El sacerdote Ariel Sueiro bendijo la embarcación antes del bautismo, que estuvo encabezado por las madrinas Maia y Juana Baldino, hijas de Antonio. Luego llegó el momento de recorrer el buque, mientras sonaba música en vivo a cargo del conjunto ZilArt, coronando un acto que combinó emoción, orgullo y celebración.
La jornada cerró con una certeza compartida: el Santísima Trinidad no es solo un nuevo barco que pronto zarpará hacia el caladero nacional, sino un símbolo tangible de lo que puede lograrse cuando confluyen visión empresarial, compromiso industrial y confianza en el trabajo argentino.




























