El embajador estadounidense, Marc Stanley y su homólogo belga, Karl Dhaene estuvieron en Corrientes, para presenciar el dragado en el río Paraná que permite el tránsito de barcos por la vía de navegación más importante del país .

En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y la crisis por la sequía, los diplomáticos tuvieron un contacto directo con las actividades que son fundamentales para garantizar las exportaciones de granos y el flujo de divisas para la Argentina. 

Según medios de prensa, “la presencia de Stanley también fue seguida de cerca por las organizaciones políticas dado el momento que atraviesa el Gobierno en sus negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI)”

Qué gran oportunidad para aprender de primera mano sobre el importante trabajo de dragado que hace del río Paraná una vía eficaz y eficiente para el transporte de bienes dentro y fuera del país” publicó en sus redes el embajador estadounidense Marc Stanley.

Por su parte, el embajador belga Karl Dhaene expresó “Me impresionó el trabajo de calidad que la compañía belga está haciendo desde hace varias décadas en la Argentina y la región”, al referirse a las tareas desarrolla la draga “Alfonso de Albuquerque” de la empresa belga Jan de Nul.

En los últimos meses ha cobrado fuerza la petición de las provincias del norte argentino que piden a Nación que el dragado de la Vía Navegable Troncal se extienda hasta el acceso a sus puertos, para potenciar las exportaciones y el desarrollo económico regional.

El gobernador de corrientes, Gustavo Valdés, había expresado que “Tenemos el compromiso de salir a buscar producción, infraestructura y potencia” además, subrayó la necesidad de que se invierta en nuestra hidrovía para que podamos navegar tranquilamente hasta Yacyretá, y tener en un futuro salida al mar”. 

La draga “Alfonso de Albuquerque”, es conocida internacionalmente por ser la primera draga del mundo en cumplir con las normas medioambientales más estrictas, las Euro V. Es una draga de succión por arrastre de 3500 metros cúbicos de capacidad hasta una profundidad de 27,6 metros, que pertenece a la compañía Jan De Nul, que cuenta con más de 25 años de experiencia en la ingeniería de dragado de profundización y mantenimiento de la vía navegable.