En un acontecimiento histórico durante la 28° Conferencia de Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 28) celebrada en Dubái, cinco naciones – Argentina, Brasil, Chile, Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Paraguay – han unido fuerzas para impulsar la creación de un corredor bioceánico que conectará los océanos Atlántico y Pacífico. 

Este ambicioso proyecto busca fortalecer la integración y el desarrollo económico en la región sudamericana, presentándose como una alternativa estratégica frente a los desafíos actuales que enfrenta el Canal de Panamá.

El viernes 1 de diciembre, los representantes de los países involucrados firmaron la “Declaración Conjunta sobre Cooperación vinculada al Corredor Bioceánico”. El documento, que busca profundizar las relaciones sociales, comerciales y de inversión, fue suscrito por los cancilleres Mauro Vieira (Brasil), Alberto van Klaveren (Chile), Rubén Ramírez Lezcano (Paraguay), el ministro de Inversiones de EAU, Mohamed Hassan Al Suwaidi; y el embajador de Argentina en EAU, Agustín Molina Arambarri.

El proyecto del corredor, descrito como “el pequeño Canal de Panamá” por el ex presidente paraguayo Mario Abdo Benítez, pretende conectar el puerto de Santos en Brasil con los puertos chilenos de Arica e Iquique. Esta iniciativa es una respuesta directa a la crisis que enfrenta el Canal de Panamá, que debido a una sequía sin precedentes ha tenido que reducir el número de barcos que pueden cruzarlo diariamente.

El corredor, que se estima tendrá una longitud de aproximadamente 2.200 kilómetros, atravesará territorios en Argentina, Brasil, Chile y Paraguay. Se espera que la ruta, cuya finalización está prevista para 2025, reduzca significativamente el tiempo de traslado de exportaciones hacia los mercados asiáticos. Además, esta carretera fortalecerá el comercio y el desarrollo económico de la región, con Paraguay jugando un papel principal.

La actual crisis del Canal de Panamá ha tenido un impacto económico significativo, con compañías navieras pagando hasta un total de US$235 millones este año para evitar largas esperas. Esto ha llevado a algunas de estas compañías a buscar rutas alternativas, como en el caso del tanquero ‘High Loyalty’, que optó por la ruta alrededor de Sudamérica.

El Corredor Bioceánico representa no solo un avance en términos de infraestructura y comercio, sino también un paso significativo hacia la integración regional. Funcionarios de los cinco países, en el marco de la COP 28, expresaron su compromiso con este proyecto, que ha estado en la mesa desde 2015.