Por Nicolás Soldatich (*)

Los embarques cayeron un 15,07% en términos interanuales y 13,13% con referencia al mes anterior. La indefinición en torno al futuro de la hidrovía complica aún más el panorama.

Por lo general, el período que va desde marzo a junio, suele ser de altos niveles de exportaciones, y éstas se asocian a los productos agropecuarios y alimentos, que, durante el mes de mayo, sumadas, componen el 90,45% de las cargas exportadas. Sin embargo, el comercio exterior en general, sumadas cargas y descargas cayó en el mes de mayo un 10,38% en forma interanual y 9,56% respecto al mes anterior. Se transportaron a través de la actividad fluvial y marítima más de 10,4 millones de toneladas, y en forma anualizada (2021-20) llevan transportadas más de 110 millones de toneladas, mostrando  una caída del 10,78% respecto de igual período 2019-20, reflejando todavía la caída de la actividad economía del 2020.

La balanza comercial argentina medida en términos cuantitativos, es decir en millones de toneladas, muestra que el 86,72% corresponden a exportaciones (cargas) y el 13,28% son importaciones (descargas). Esto difiere de la balanza comercial publicada por el Indec en millones de dólares, que por efecto precio muestra un balance positivo en el mes de abril de más de u$s 1.400 millones, a pesar de que en términos de cantidad de bienes e insumos importados aumentaron tanto en abril como en mayo. Con referencia a este último, el aumento fue en términos interanuales del 40,23% y en términos mensuales respecto al mes de abril del 23,57%. Este aumento se encuentra explicado con seguridad por el aumento sostenido de la actividad industrial del mes anterior que fue del 55,09% según lo publicado por el Indec oportunamente.

En términos cuantitativos fueron importadas (descargas) más de 1,3 millones de toneladas durante mayo, y en forma anualizada acumulan 13,8 millones de toneladas en el período 2021-20 que implican un aumento del 0,08% con referencia a igual periodo 2020-19. Las importaciones se ven explicadas en más del 52% por productos minerales (35,07%) y combustibles (17,67%), seguidos en tercer lugar por productos químicos y fertilizantes (14,35), explicando entre los tres el 67,09% del total.

Dada la singularidad que se presenta en este mes, deje para el final el análisis de las exportaciones para evidenciar la caída que se dio en términos generales. Con referencia a las cargas, cayeron un 15,07% en términos interanuales y 13,13% con referencia al mes anterior. Las mismas representaron más de 9,07 millones de toneladas, y acumulan anualmente más de 97 millones de toneladas cargadas, con el detalle de que se observa una caída en el período 2021-20 del -12,14% respecto al 2020-19.

Sin embargo, cuando centramos el análisis en los factores que explican más del 90% de las exportaciones, encontramos que los productos primarios (agricultura), el total cargado fue de más de 5,3 millones de toneladas, que significaron una caída interanual del 20,93% y una caída del 13,50% respecto al mes de abril. Con referencia a las manufacturas de origen agropecuario (alimentos), el total cargado fue de más de 2,8 millones, que representó una caída interanual del 0,01% y una caída respecto al mes de abril del 19,28%. El promedio general en ambos rubros transportados por la hidrovía, fue de más de 8,2 millones de toneladas.

A partir de estos valores, no cabe duda que dicha caída de los principales productos que generan ingresos reales de divisas a una Argentina tan necesitada de dólares, se debe al factor hidrológico de la Niña, que se expresa en una significativa bajante del rio Paraná a la altura del complejo Rosafe. En términos cuantitativos, esto significó una caída real de más de 708 mil toneladas que no pudieron ser cargadas en comparación con el mes de abril, pero un total de más de 1,2 millones de toneladas en términos interanuales.

Que la Argentina, se vea privada de exportar un 20% más de su principal caballito de batalla que son los productos primarios, que en toneladas representaron más del 58% del total de las cargas, implicó la pérdida de más de u$s 188 millones por problemas hidrológicos.

A esta altura del siglo 21 y con los avances tecnológicos, este problema se debe más a fenómenos derivados de las malas decisiones políticas y económicas que por efectos de la naturaleza. A pesar del esfuerzo y compromiso de la empresa Jan de Nul de intensificar el dragado de la principal vía navegable del país, en un marco de incertidumbre y falta de decisión estratégica por parte del gobierno, no alcanzó para compensar la necesidad del sector exportador, que precisa prontitud y no dilación en una concesión estratégica que debe ser resuelta más pronto que tarde. (*) Economista, titular de www.consultoranorte.com 

Fuente: Transport & Cargo, El cronista