En los próximos días, el buque BGP Prospector emprenderá un viaje crucial hacia el bloque CAN-100, situado a 315 kilómetros de la costa de Mar del Plata, con el objetivo de iniciar un meticuloso proceso de evaluación del suelo marino.  Tras superar diversas medidas cautelares presentadas en la justicia durante los últimos dos años, la exploración sísmica en busca de petróleo en la zona está a punto de convertirse en una realidad.

La misión del buque, de bandera bahameña y con una eslora de 100 metros, es recopilar datos sísmicos del subsuelo mediante el uso de streamers, cables especializados en la adquisición de datos subacuáticos. La información recabada se procesará exhaustivamente para identificar posibles yacimientos de crudo.

Este movimiento es especialmente significativo para las empresas Yacimientos Petrolíferos Fiscales (YPF), Shell y Equinor, quienes planifican realizar perforaciones conjuntas en el área en 2024. Estas operaciones tienen previsto efectuarse a profundidades de 1,527 metros bajo el lecho marino y más de 4,000 metros bajo el suelo, según lo autorizado por la Secretaría de Cambio Climático.

Esquema de una prospección sísmica 3D

Pese a la oposición manifestada por organizaciones ambientalistas, las actividades cuentan con el aval judicial y se desarrollarán siguiendo estrictos protocolos de seguridad. Tras la evaluación, los pozos serán sellados permanentemente, asegurando el resguardo del entorno marino. Si se confirma la presencia de petróleo o gas, el proyecto Argerich avanzará hacia su próxima fase, que contempla la producción comercial.

La exploración en el bloque CAN-100 no es fortuita. Estudios preliminares sugieren un potencial yacimiento capaz de producir hasta 200,000 barriles de petróleo diarios, lo que podría equivaler al 40% de la producción actual del país. Además, la región ha sido comparada geológicamente con las costas de Namibia, donde recientes hallazgos revelaron reservas significativas.

Las licencias para explorar este bloque fueron concedidas en mayo de 2019 y abarcan un total de 18 áreas costa afuera, con una inversión comprometida de US$ 724 millones por parte de 13 empresas. 

El proyecto ha generado expectativas no solo en términos de producción sino también en impacto económico. Se estima que la perforación del primer pozo offshore y un eventual descubrimiento de petróleo convencional podrían propiciar inversiones de hasta US$ 40,000 millones y crear aproximadamente 125,000 puestos de trabajo en el sector en las próximas tres décadas.

En palabras de Marcelo Guiscardo, presidente del Clúster de Energía Mar del Plata, la perforación del pozo entre diciembre y junio del próximo año y los trabajos ya en marcha en el puerto de Mar del Plata, se esperan aportar significativamente a la economía local y nacional, destacando el elevado potencial de producción de petróleo del proyecto.

Las miradas están puestas en la exploración sísmica del BGP Prospector, cuyos resultados podrían marcar un hito en la industria hidrocarburífera argentina.