Tanto Ucrania como Rusia son actores mundiales en productos básicos agrícolas que son esenciales para la seguridad alimentaria, como el trigo, el apenas, el aceite de maíz o girasol y las semillas y la guerra entre ambos países ha tenido efectos inmediatos en los mercados mundiales de alimentos.

Los precios de los productos básicos agrícolas seguían una tendencia al alza como resultado de la respuesta de los gobiernos a la crisis de la Covid-19, por ejemplo, el estímulo fiscal en algunas naciones, las políticas monetarias laxas, junto con las restricciones de almacenamiento y exportación por parte de algunos países.

Pero el conflicto actual ha llevado los precios a nuevas y peligrosas alturas, incluso superando las observadas al comienzo de la Primavera Árabe y los disturbios alimentarios que causaron importantes bajas en 2007-2008.

El nuevo aumento de los precios es un daño colateral de la guerra en curso, que puede comprometer la estabilidad política y la seguridad alimentaria en cualquier parte del mundo. Fuente: UNCTAD