España urge a la Comisión Europea poder comprar maíz argentino por faltante de Ucrania

Por Alejandro Armero

El Gobierno español solicitó a la Comisión Europea suavizar los requisitos fitosanitarios para buscar alternativas al descenso de llegada de maíz proveniente de Ucrania tras el ataque de Rusia. Esta medida podría facilitar las importaciones de cereales desde Argentina.

La anunciada invasión por parte de Rusia a Ucrania ha trastocado las economías europeas afectando tanto a los países dependientes del gas ruso como a los que importaban de Ucrania cereales y otras materias primas. España es uno de los países de la Unión Europea que importaba cereales del campo ucraniano, principalmente para la elaboración de piensos destinados a la alimentación del ganado.

Ucrania es el cuarto exportador de cereales a nivel mundial, y hasta hace pocos días el segundo suministrador de maíz a España, solo por detrás de Brasil, con un volumen medio por temporada de 2,7 millones de toneladas, el 22% de las compras en el extranjero de este producto. España importa anualmente entre 8 y 10 millones de toneladas de maíz, de las cuales un poco más de la mitad provienen de Ucrania.

El precipitado cierre de este mercado abastecedor ha llevado a las autoridades españolas a pedir alternativas en la Comisión Europea con el objetivo de evitar un futuro desabastecimiento, porque la guerra se prolonga y su final es incierto, y también para evitar el encarecimiento de los insumos que repercutirán inevitablemente en los precios de  los productos cárnicos al consumidor. De igual manera, sobre todo por la gran dependencia del gas que España y otros países de Europa importan de Rusia, se han disparado los precios de la energía y de los combustibles, teniendo el gobierno que subsidiar en parte el de los carburantes negociando con las gasolineras.

La energía eléctrica, debido a la complejidad y a los intereses del mercado, podría decirse que esta totalmente fuera de control: no hay intervención alguna por parte del gobierno, ni consenso gubernamental para regular este mercado, alcanzando en el mes de marzo tarifas que superaron  los 544 euros el megavatio hora.

En este contexto inflacionario, y de alarmante desabastecimiento de materias primas, el ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación de España propuso a Bruselas que revise (dadas las extraordinarias circunstancias, y aunque solo fuera temporal) las actuales exigencias comunitarias que rigen las importaciones de cereales para el mercado común europeo. En concreto España pide que se flexibilicen las exigencias fitosanitarias en los cereales que Bruselas exige a la hora de importar trigo y maíz, y también que se puedan incrementar las cuotas de producción de cereales en cada país comunitario.

En el caso de que los reclamos del Ministerio español sean atendidos esta medida otorgaría la posibilidad de que Argentina, país que al igual que a los Estados Unidos la Comisión Europea ha puesto restricciones en este sentido, pueda exportar materias primas para paliar la situación generada por la guerra en Ucrania. También se abrirían mercados actualmente cerrados o limitados para la exportación a Europa de maíz y soja genéticamente modificados oriundos del Brasil.

El granero del mundo

Desde que comenzó la guerra en Ucrania el precio internacional del trigo y el maíz ha subido cerca de un 25% y el de la soja, un 5%. Para Argentina, uno de los grandes agroexportadores mundiales, supuso una entrada extraordinaria de divisas: en marzo, este sector aportó 2.984 millones de dólares, el mejor registro para ese mes en lo que va de siglo, y rozó los 8.000 millones de dólares en el primer trimestre, una cifra récord que supone un 18% más que el año pasado.

Las proyecciones auguran que Argentina podría llegar a ingresar hasta 10.000 millones de dólares más en esta campaña que en la anterior y llegar a los 44.000 millones.

Por su parte el gobierno argentino ha fijado un cupo exportable de 25 millones de toneladas de maíz, pero ya hay declaradas 22,6 millones de toneladas, lo que supondría que restan 2,4 millones de toneladas habilitadas para la exportación. Fuentes de la Bolsa de Comercio argentina estiman que en la nueva campaña se alcanzarían las 33,5 millones de toneladas de este cereal. De cumplirse estos rindes, Argentina podría exportar a Europa unas 10 millones de toneladas de maíz.