La industria de la logística marítima, responsable del manejo del 90% del comercio mundial, enfrenta una crisis sin precedentes. Conflictos bélicos y adversidades climáticas están provocando interrupciones significativas en rutas clave, generando retrasos y elevando costos para gigantes minoristas y fabricantes.

La logística marítima global está en una encrucijada crítica, según revelan líderes de la industria como Maersk. Las guerras actuales y los desafíos climáticos amenazan con desestabilizar rutas esenciales como el Canal de Panamá, poniendo en jaque el flujo de mercancías esenciales.

El CEO de Basic Fun, Jay Foreman, refleja la creciente incertidumbre: “Las olas de caos son la nueva normalidad, con eventos disruptivos sucediendo uno tras otro”. Esta situación ha provocado ya un aumento en los retrasos y en los costos para corporaciones como Walmart, IKEA, Amazon, Nestlé y Lidl.

El 2024 se presenta aún más desafiante con riesgos como la expansión de ataques del Mar Rojo al Golfo Arábigo, que podrían afectar el transporte de petróleo, y las crecientes tensiones entre China y Taiwán, con posibles repercusiones en rutas comerciales vitales. La guerra de Rusia en Ucrania también continúa impactando el comercio de granos.

En una medida preventiva, Maersk y otros grandes transportistas están desviando sus barcos del Mar Rojo, evitando ataques de misiles y drones en una ruta crucial hacia el Canal de Suez. Este canal, que maneja un tercio del comercio mundial de contenedores, se ve ahora menos transitado mientras los petroleros buscan rutas alternativas.

Los costos de combustible para los desvíos del Canal de Suez han escalado, con aumentos de hasta 2 millones de dólares por viaje. Las tarifas entre Asia y Europa han más que duplicado, llegando a 3.500 dólares por contenedor. Estos incrementos podrían reflejarse en precios más altos para los consumidores, aunque Goldman Sachs sugiere que el impacto inflacionario no será tan severo como en la pandemia de 2020-22.

“El primer trimestre será caótico en términos de costos“, advierte Alan Baer, CEO de OL USA. Además, el Canal de Panamá, una ruta alternativa al Canal de Suez, ha visto una disminución del 33% en su tránsito debido a niveles de agua más bajos, exacerbando la crisis logística.

Los eventos climáticos severos están teniendo un impacto inmediato y significativo, como evidencia Brasil con su reciente sequía en el Amazonas y lluvias excesivas en el norte, que han creado largas colas de barcos en el puerto de Paranaguá.

John Kartsonas, de Breakwave Advisors, resalta que los “eventos únicos” están dejando de serlo debido a su frecuencia creciente, lo que añade una capa adicional de incertidumbre a una industria ya afectada por tensiones geopolíticas.

La logística marítima, una columna vertebral del comercio global, enfrenta desafíos sin precedentes. Guerras y cambios climáticos están trastocando las operaciones, con consecuencias directas en los costos de envío y potencialmente en los precios al consumidor. La industria debe adaptarse rápidamente a esta “nueva normalidad” de incertidumbre y caos.

Con información de Marine News