Por Ariel Armero

Juan Carlos del Palacio, Secretario General del Centro de Comisarios Navales, fue uno de los marinos mercantes argentinos que participó, en buques de la estatal ELMA, de la guerra de Malvinas.

A Buen puerto dialogó con él sobre esos trágicos días de guerra.

Del Palacio recordó que, en ese momento: “Fuimos con plena convicción y reinaba un espíritu en toda la tripulación de querer apoyar esta gesta, porque no nos olvidemos que desde chicos fuimos creciendo nosotros y generaciones anteriores a las nuestras siempre reclamando nuestro derecho soberano sobre las Malvinas”.


El carguero Formosa, junto con otros buques de ELMA y de Transportes Navales, fue afectado a la logística en torno a la guerra. El 13 de abril zarpó hacia Malvinas con un importante cargamento de 3500 toneladas en total. Juan Carlos del Palacio fue uno de los 41 tripulantes del barco.


Luego de una complicada operación logística para abastecer Puerto Argentino, que implicó realizar la descarga primero a través de otro buque y en forma manual porque no daba el calado del puerto para descargar el barco en forma directa, el Formosa zarpó de Malvinas hacia el continente el 2 de mayo, cuando los bombardeos ingleses habían comenzado.

El buque Formosa fue alcanzado por la artillería, así lo relató Juan Carlos del Palacio: “Cuando llegamos a la altura del Estrecho San Carlos fuimos alcanzados por un ataque de aviones que para nosotros eran Sea Harriers (en realidad fue un avión de la fuerza aérea argentina que atacó por error al Formosa), estamos convencidos que así lo eran, nos arrojaron cuatro bombas. Dos en primera instancia que explotaron en el mar al lado del buque sacudiéndolo en una forma notable, otra que pega en una grúa y de ahí va al mar y explota en el mar, y una cuarta que tuvimos la gran suerte que no explotó. La bomba ingreso al piso de bodega y estuvo yendo de babor a estribor con toda su carga explosiva, pero al desactivarse y dejar la espoleta y el salvavidas con que iban direccionadas, quedaron arriba en la cubierta se desactivó y no explotó”.

Todo esto se produjo el mismo día de la mayor tragedia de la guerra de Malvinas que fue el hundimiento del Crucero General Belgrano, donde murieron 323 soldados argentinos.

Del Palacio describe como fue el itinerario de ellos desde ese momento: “La historia nuestra personal es que después de allí nos dirigimos a San Sebastián en Tierra del Fuego donde el pasajero que llevábamos, esta bendita a bomba, fue inspeccionada para ver los riesgos que podría tener y ahí se determinó que no iba a explotar se la trincó y estibó convenientemente, y seguimos rumbo a Buenos Aires”.

Al final de la charla Juan Carlos del Palacio contó una historia que revela como la cuestión Malvinas y el reclamo de soberanía siguen presentes en Argentina. Lo invitaron para homenajearlo como veterano de guerra en el colegio donde cursó su primaria y así relató ese momento: “Rememorar la escuela adonde me llevaba mi madre, mueve muchos sentimientos y se van juntando todos ellos con el tema Malvinas. Tanto es así que terminaron todos los chicos, cuando les remarque ese tema, todos diciendo al unísono “Las Malvinas fueron, son y serán argentinas”.

Enlace para leer la entrevista completa en la Revista A Buen Puerto