Tras superar la sequía, el cultivo de soja promete impulsar la economía con una cosecha récord.

La agricultura argentina recibe un respiro tras un período prolongado de sequía que impactó negativamente en el sector. Las recientes lluvias han abierto un panorama prometedor para el cultivo de soja, con expectativas de inyectar hasta USD 20.000 millones en exportaciones durante el ciclo comercial 2023/24.

La siembra de la oleaginosa está tomando impulso y se espera que supere las 17 millones de hectáreas, con un potencial de cosecha valorado entre USD 23.000 y USD 24.000 millones. Este cambio de suerte llega después de tres años de retroceso en el área cultivada debido a las condiciones de sequía.

Javier Preciado Patiño, director de RIA Consultores y experto en el mercado agropecuario, señala que con condiciones climáticas favorables, es posible que se alcance una producción de 48 a 50 millones de toneladas de soja. Este volumen podría representar un valor cercano a los USD 24.000 millones, con exportaciones que contribuirían significativamente al sector externo.

Sin embargo, el entusiasmo está cautelosamente medido ya que factores como los precios del mercado, la humedad del suelo y las políticas de exportación tras el 19 de noviembre podrían influir en los resultados finales.

Gonzalo Agusto, economista jefe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, advierte que las decisiones políticas en cuanto al tipo de cambio y derechos de exportación serán cruciales para los productores de soja en la próxima campaña. A nivel global, la situación es igualmente compleja. Conflictos internacionales y la evolución de la tasa de interés pueden sacudir los mercados y afectar los precios.

Martín López, analista de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, informa que actualmente solo se ha sembrado el 1,8% de la superficie estimada. No obstante, las lluvias recientes auguran un aumento de la superficie a 17,4 millones de hectáreas, recapturando lotes previamente destinados al girasol o al trigo.

La situación climática ha mostrado mejoras sustanciales, según Cristian Russo de la Bolsa de Comercio de Rosario. La reciente precipitación en la zona núcleo ha mejorado el ánimo de los productores y allana el camino para avanzar con la siembra.

En el mercado internacional, China se mantiene como el principal comprador de la soja argentina, seguido por India y otros destinos en Europa y Asia. La relación comercial entre Brasil y China, y las negociaciones bilaterales en curso, podrían redefinir el escenario competitivo para los productores argentinos. Argentina se mantiene atenta a estos desarrollos, con la esperanza de que la actual campaña de soja se traduzca en un éxito económico sin precedentes para el país.