Desde el Río de la Plata hasta las frías profundidades de la Patagonia, cada naufragio encierra una historia de exploración, guerra, comercio o tragedia.
Por Violeta García, GlobalPorts//
Las aguas de Argentina, tanto marítimas como fluviales, esconden cientos de embarcaciones hundidas que trazan un mapa invisible de nuestra historia. En las últimas décadas, muchos de estos restos también se han convertido en espacios para la ciencia, la memoria y el desarrollo del turismo subacuático.
Un legado de más de 2.000 naufragios
Según el Programa de Arqueología Subacuática del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL), en Argentina se han documentado más de 2.000 naufragios.
El Río de la Plata concentra unos 1.200, seguido por cerca de 700 en el litoral marítimo atlántico, con especial densidad en la Patagonia. Los restos se hallan en costas, ríos, estuarios y mar abierto.
Río de la Plata: historia colonial y tragedias del comercio
El Río de la Plata es una de las zonas más ricas del país en naufragios históricos. Sus bancos de arena, canales cambiantes y tormentas repentinas fueron el escenario de numerosos siniestros, especialmente entre los siglos XVI y XIX.
- Nuestra Señora del Rosario: buque español hundido en 1771, descubierto en 1990. Transportaba oro y objetos religiosos, parte de los cuales fueron recuperados en misiones arqueológicas.
- HMS Agamemnon: navío inglés al mando del entonces capitán Horatio Nelson, que encalló en 1809 frente a Montevideo.
- Centenares de goletas y vapores mercantes se encuentran dispersos entre Buenos Aires, Colonia y las Islas Martín García y San Gabriel.
Muchos de estos naufragios tienen alto valor patrimonial. Sin embargo, enfrentan amenazas como el expolio y la falta de conservación sistemática.
Atlántico bonaerense: entre tormentas y conflictos
La franja marítima que va desde Mar del Plata hasta Bahía Blanca también alberga un importante número de naufragios, algunos visibles desde la costa.
- Mar del Plata: frente a sus playas y acantilados reposan restos de embarcaciones pesqueras, cargueros y hasta submarinos hundidos por la Armada como blanco de ejercicios.
- Quequén – Necochea: zona de fuerte oleaje, registra decenas de naufragios desde el siglo XIX. El Marguery y el Carl son algunos de los barcos documentados.
- Bahía Blanca: puerto estratégico, con actividad militar y comercial desde fines del siglo XIX, también es sitio de naufragios accidentales y deliberados.
La Patagonia: naufragios emblemáticos y parques subacuáticos
En las aguas australes, los naufragios no solo son vestigios históricos, sino que han sido reutilizados como herramientas de desarrollo turístico y conservación marina.
Casos destacados:
- HMS Swift (1770): pionero de la arqueología subacuática argentina, hundido en la ría Deseado, Santa Cruz.
- Vapor Magallanes (1887): recientemente identificado, se hundió en Puerto Deseado durante una misión de aprovisionamiento.
- ARA Guaraní (1958): buque de salvamento desaparecido sin dejar rastros en el estrecho de Le Maire.
- Marjory Glen (1911): buque británico encallado en Punta Loyola, sus restos son visibles desde la costa.
Parques subacuáticos turísticos:
- Puerto Madryn (Chubut): epicentro del buceo en Argentina. Se han hundido barcos como el Albatros, Miralles y Folias para crear arrecifes artificiales. Son hogar de especies marinas, corales y lugar de formación para buzos.
- Las Grutas (Río Negro): el Don Félix, hundido en 2007, se convirtió en un atractivo ecológico para el turismo subacuático.
- Ushuaia (Tierra del Fuego): aunque el Saint Christopher no es sitio de buceo, su estructura encallada es ícono del paisaje costero y de la historia naval.


Litoral fluvial: naufragios invisibles en aguas turbias
Los ríos Paraná y Paraguay, que atraviesan el norte argentino y forman parte de la Hidrovía, también son escenario de naufragios menos visibles pero relevantes.
Buques de cabotaje y transporte han naufragado por choques con bancos de arena o colisiones. Las condiciones del río, con caudales variables y escasa visibilidad, dificultan los trabajos de identificación y preservación.
Existen registros orales y arqueológicos de barcazas hundidas en la zona de Corrientes, Santa Fe y Rosario, algunas de ellas durante la Guerra del Paraguay o en contextos de comercio fluvial.
Submarinos, rumores y misterios
Durante décadas circularon teorías sobre submarinos alemanes que habrían arribado a la costa atlántica argentina tras la Segunda Guerra Mundial. Aunque algunas búsquedas encontraron restos metálicos y objetos intrigantes, no hay evidencia concluyente. Sin embargo, estos relatos siguen capturando el interés de investigadores y periodistas.
Una política de protección pendiente
Pese al valor histórico, científico y turístico de estos restos, Argentina aún carece de una política integral de preservación y uso del patrimonio subacuático. El avance del turismo de buceo y el interés de museos y arqueólogos ofrecen una oportunidad para impulsar un registro nacional unificado, normas de protección y estrategias de puesta en valor sustentable.



























