La Asociación Pescadores Artesanales de Puerto Madryn que preside José Luis Ascorti criticó con dureza a las autoridades de la administración pesquera de Chubut, cuestionando la indiferencia y falta de predisposición para atender los requerimientos del sector. La marisquería por buceo está próxima a cumplir medio siglo y sus operadores exigen “respeto” de parte del Gobierno provincial.

Advierten que ya está avanzada la temporada habitual de pesca, pero la cartera pesquera provincial no ha emitido la resolución sobre los cupos precautorios de extracción de la especie vieira. Demora que consideran inaceptable y sostienen que se enmarca en lo que consideran “desidia y desinterés” de los funcionarios de turno hacia un sector que está por cumplir medio siglo en la actividad.

La comunidad de pescadores artesanales marisqueros de la Zona 1 de Chubut advierte que están “preocupados por la situación en que se encuentran actualmente, producto del estado de incertidumbre al que se ven sometidos por la falta de comunicación e inacción de la Secretaría de Pesca de Chubut”. Desde el sector recuerdan que la pesca de mariscoses una actividad genuina que genera productos de calidad y además provoca impacto en la mano de obra que genera en la zona”.

En el marco de una crisis social y económica que se profundiza cada vez más, esta laxitud e indiferencia con el sector acentúa las desfavorables condiciones para trabajar y comercializar los productos que dan vida a un sector laboral importante, compuesto por vecinos de la localidad y que sufren las consecuencias de una administración, cuando menos indiferente, a las vicisitudes cotidianas para poder llevar sustento a sus familias”, señalan al describir las complicaciones que les provoca la falta de asignación de cupos de extracción del recurso.

No obstante, sostienen que “podemos entender que la pandemia ha generado situaciones complejas que pueden afectar a la rutina administrativa de esta autoridad, pero a esta altura advertimos que prácticamente intentamos comunicarnos con un ente absolutamente inaccesible, indiferente e inactivo”, critican.

Nuestras economías son pequeñas y cada día que se demora en generar el sistema de comunicaciones que otorga el cupo o regula la actividad, nos afecta en forma crítica”, dicen al tiempo de aclarar que “no buscamos polemizar ni analizar las decisiones políticas de este Gobierno, solo queremos un mínimo de respeto y comunicación para poder realizar la actividad como corresponde”, plantean en un pronunciamiento público.

La APAPM considera que “existen espacios de dialogo que no se han usado, así como tampoco responden a nuestras notas solicitando cupos precautorios para la extracción. Es una situación de conflicto que no generamos nosotros y pedimos ser escuchados y se nos brinde respuesta a lo que pedimos que es tan solo el correcto funcionamiento del organismo estatal”, reiteran.

La entidad que preside Ascorti expresa que “nuestra pesquería es parte de la identidad regional y merece una protección y atención cuidada. ¿Acaso no pretendemos instalar Puerto Madryn como un polo gastronómico de excelencia? Si consideramos que nuestros productos son muy valorados por los consumidores local o foráneos, también es por ahí donde merece protegerse esta pesquería, que siendo pequeña comparada con otros productos industriales, es muy apreciada como atractivo turístico con sello de calidad y con origen en aguas clasificadas con la mejor categoría por el organismo nacional SENASA”, puntualizan.

La marisquería por buceo “está próxima a cumplir medio siglo”, y es, sin dudas una actividad icónica, “reconocida a nivel internacional mediante la actividad permanente para difundirla y defenderla por la propia comunidad organizada. Es más que un trabajo, es un sello de identidad propia de la Patagonia, nació después de la reconversión de otra pesquería para dar continuidad a un producto -la vieira- que en principio se exportaba en su totalidad y que actualmente dado los volúmenes más reducidos se consume en mercado interno”, describen sobre la evolución de la actividad. Fuente: Revista Puerto