En el marco de las actividades por los 212 años de la Prefectura Naval Argentina, el viernes 24, se realizó una misa de acción de gracias en la Parroquia Nuestra Señora de Luján, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.

La celebración religiosa estuvo presidida por el Obispo Castrense, monseñor Santiago Olivera, acompañado del Capellán Mayor de la Prefectura, presbítero Diego Tibaldo, y contó con la presencia del Prefecto Nacional Naval, prefecto general Mario Farinón.

También asistieron el Subprefecto Nacional Naval, prefecto general Jorge Bono, la plana mayor de la Fuerza, los capellanes mayores que pertenecen al obispado castrense, el Encargado General, ayudante mayor Héctor Palladino, encargados de Direcciones, personal superior y subalterno e invitados especiales.

Olivera, entre las emotivas palabras de su homilía, manifestó: “No dejo de predicar como pastor en la cercanía que hay entre el corazón de Jesús con un amor sin límites, un amor que no se cansa y nunca se da por vencido, como el amor generoso del prefecturiano, llamado a toda hora al cumplimiento del deber”.

El prefecturiano, al ejercer sus funciones, no aplaza la búsqueda, no piensa que ha cumplido con su deber, sino que se pone de inmediato manos a la obra. Su corazón está inquieto hasta cumplir su tarea, como el del buen pastor hasta encontrar la oveja perdida. Siempre atento y dispuesto a servir, a ensuciar su uniforme si fuera necesario con tal de salvar vidas”.

Al finalizar, el capellán mayor de Prefectura, Diego Tibaldo, agradeció al monseñor Santiago Olivera, en nombre del Prefecto Nacional Naval, por su constante apoyo y acompañamiento.

Cabe destacar que, delante del altar, se encontraba la imagen de la Virgen Stella Maris que acompañó a la tripulación del guardacostas GC-83 Río Iguazú en la contienda de Malvinas.