La Bolsa de Comercio de Rosario, la Cámara de Puertos Privados y el Centro de Navegación coincidieron en solicitar una nueva licitación para la Vía Navegable Troncal. Aunque reconocen la buena gestión de la AGP, quieren que se vuelva a un sistema manejado por una empresa privada, como fue durante casi 30 años y que el Estado ejerza el rol de controlador.

Por Ariel Armero

En un panel realizado en el marco del 17 Encuentro Argentino de Transporte Fluvial, moderado por el periodista Mariano Galíndez, participaron Alfredo Sesé, por la BCR, Julio Delfino, presidente del Centro de Navegación y Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara de Puerto Privados y Comerciales.

Durante la mañana, en el mismo encuentro, el ministro de Transporte Diego Giuliano, el Subsecretario de Puertos, Patricio Hogan y el titular de la AGP, José Beni defendieron el papel del Estado, que maneja la Vía Navegable Troncal desde el fin de la concesión hasta el momento y destacaron la participación de las provincias rivereñas en el ente estatal que controla la Vía de navegación troncal.

Luis Zubizarreta manifestó: “Hay que seguir con el esquema virtuoso que veníamos teniendo de concesión a un operador privado, pero con un contrato superador en obras exigidas, dragando a 42 pies, control estatal de cumplimiento de obligaciones del concesionario y estudios de impacto ambiental que avalen las mayores profundidades“. 

Zubizarreta pidió una nueva licitación para elegir la empresa que se hará cargo del sistema, a riesgo empresario, y que este obligada a financiar las inversiones con el peaje que cobra: “ El Estado debe controlar y no operar. El privado es el que debe asumir el riesgo en una concesión con un período de tiempo que le permita hacer frente al riesgo que asume”, afirmó.

En el mismo sentido se pronunció Julio Delfino que afirmó: “El Centro de Navegación pide que haya una administración privada, porque es un formula que ya demostró ser eficiente”.

Hay que destacar el trabajo de José Beni en AGP – aseguró Delfino –con las obras que están desarrollando, para las que hemos sido consultados, también a la cámara de practicaje, son las obras necesarias, que siempre hemos pedido”.

Queremos una licitación transparente – prosiguió Delfino – a largo plazo donde los principales jugadores de dragado a nivel internacional puedan participar con el debido tiempo de antelación y a riesgo privado quieran competir y ser el mejor concesionario posible. En el nuevo pliego hay que tener en cuenta las diferencias que hay en el tamaño de los barcos, muy distinto hoy a lo que había hace 30 años, y establecer una formula de peaje que tenga que ver con lo que cargan efectivamente y no con su diseño como es actualmente”.

Alfredo Sese sumó su pedido para una concesión manejada por una empresa privada: “La Bolsa de Comercio de Rosario se inclina por la licitación a un operador privado en un esquema de concesión bajo riesgo privado. No nos genera confianza a largo plazo la operación estatal”.

Canal Magdalena

Los integrantes del panel opinaron tambien sobre el reciente anuncio estatal, realizado por el presidente Alberto Fernández y el gobernador bonaerense Axel Kicillof sobre la licitación del Magdalena.

Julio Delfino, del Centro de Navegación, afirmó que  no estan en contra de las obras de infraestructura. Señaló, sin embargo, que es conveniente establecer prioridades ante la falta de divisas que tiene nuestro país. Como alternativa sugirió que se arme una concesión común entre el canal Magdalena y el canal Punta Indio y que se lo incluya en el marco de una licitación para un operador privado y bajo riesgo empresario.

Por su parte Zubizarreta y Sesé opinaron en contra de la realización del Magdalena. Sese afirmó: “Haciendo un análisis técnico de valuación de proyectos que priorice los beneficios, queda claro de que el Magdalena no es prioridad

No vemos que tenga factibilidad económicaEl nuevo canal no tiene repago porque no tiene carga. Consideramos que estando plenamente operable el Punta Indio, no es conveniente generar el gasto de la obra en cabeza del Estado. Hay otras prioridades. Pero si es a riesgo empresario y sin subsidio estatal, sería otra historia, aunque igual nos queda el temor de cómo financiarán el mantenimiento cuando la carga no acompañe”, concluyó Zubizarreta.