El Puerto La Plata fue escenario de un importante conversatorio titulado “Soberanía, Producción y Trabajo desde un Enfoque de Género”, en el marco del proyecto de dragado del Canal Magdalena, impulsado por el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof.

Este encuentro reunió a figuras clave del ámbito político y social, entre ellas, la ministra de Mujeres y Diversidad, Estela Díaz; el ministro de Gobierno, Carlos Bianco; la ministra de Hábitat y Desarrollo Urbano, Silvina Batakis; los intendentes de Ensenada y Berisso, Mario Secco y Fabián Cagliardi; y el presidente del Puerto La Plata, José María Lojo.

Durante el encuentro, Carlos Bianco expresó que el Canal Magdalena es una obra estratégica que apunta a cambiar el paradigma logístico del país, fortaleciendo la soberanía comercial argentina al permitir la navegación directa de grandes buques desde el río de la Plata hacia el Mar Argentino.

Bianco explicó que sctualmente, las rutas de navegación que conectan los puertos argentinos con los mercados internacionales pasan por canales administrados por Uruguay, lo que impone costos logísticos adicionales y reduce la competitividad de los puertos argentinos. Argumentando que con el dragado del Canal Magdalena, se espera que estas rutas sean más eficientes, reduciendo tiempos de navegación y costos operativos, mientras se refuerza el control argentino sobre su propia infraestructura marítima.

Carlos Bianco también resaltó la importancia estratégica de esta obra para la soberanía argentina, destacando que debe abordarse con la misma seriedad y permanencia que otros reclamos históricos como el de las Islas Malvinas. “El Canal Magdalena debe ser una política de Estado, no solo por su impacto en la logística y el comercio exterior, sino porque también es una cuestión de soberanía territorial y productiva”, expresó Bianco.

Pero la importancia del Canal Magdalena no radica únicamente en sus implicaciones logísticas. Este proyecto también ha sido concebido con una fuerte perspectiva social e inclusiva. Durante el conversatorio, la ministra de Mujeres y Diversidad, Estela Díaz, subrayó que la igualdad de género en los puertos “no es una opción, es una necesidad“.

Díaz señaló que el sector portuario, históricamente masculinizado, debe abrirse a la participación de mujeres y diversidades, no solo como un acto de justicia social, sino también como una oportunidad para diversificar el talento y la capacidad productiva del país.

Un enfoque de género para una obra transformadora

El conversatorio también abordó cómo el Canal Magdalena puede ser una plataforma para promover la inclusión de mujeres en sectores tradicionalmente dominados por hombres.

Durante el encuentro explicaron que el proyecto del Canal Magdalena no solo busca modernizar la infraestructura logística del país, sino también romper barreras de género en el ámbito laboral. Gracias a iniciativas como el programa Puertos en Clave de Géneros, implementado por el Ministerio de Producción de la Provincia, la presencia de mujeres en los puertos ha experimentado un crecimiento significativo. Mientras que en 2021, el 100% de las tareas en los muelles eran realizadas exclusivamente por hombres, en 2023, las mujeres ya representan el 40% de la fuerza laboral en este sector.

Este avance refleja un cambio estructural impulsado por políticas públicas que promueven la formación y el acceso de mujeres a oficios históricamente reservados para hombres. Durante el conversatorio, se destacó la importancia de profundizar en esta agenda de género, integrando a más mujeres y diversidades en el sector productivo vinculado al Canal Magdalena. “Cuando existe la voluntad política de construir igualdad, nada es imposible”, afirmó Estela Díaz, destacando la relevancia de este enfoque para lograr una mayor justicia social.

Impacto económico y productivo

El Canal Magdalena no solo traerá beneficios en términos de soberanía y equidad de género, sino también en la creación de empleo y dinamización de la economía. La construcción y operación del canal generará miles de puestos de trabajo en sectores clave como el comercio exterior, la producción de bienes, y los servicios marítimos. Áreas como la alimentación, la indumentaria de trabajo, el turismo y la asistencia médica se verán directamente beneficiadas por la actividad económica que este proyecto atraerá.

Además, la obra potenciará la actividad de los puertos argentinos, ubicándolos en una posición de mayor competitividad frente a los mercados internacionales. La disminución de los tiempos de navegación y la independencia en la gestión de las rutas marítimas reducirán costos operativos, mejorando la competitividad de las exportaciones argentinas. Esto tendrá un impacto positivo no solo en las grandes empresas, sino también en las pequeñas y medianas industrias que dependen del comercio exterior para crecer y desarrollarse.

La actividad contó con la participación de la secretaria de Mujeres y Diversidad del municipio de La Plata, Silvina Perugino; la directora de Políticas de Género de Berisso, Marina Peñalba; la secretaria de Género de Ensenada, Marilina Maciel; la directora de Mujeres, Género y Diversidad de Punta Indio, Valentina Carpinetti; autoridades del Ministerio de Mujeres y Diversidad, referentas de sindicatos y organizaciones sociales, trabajadoras y trabajadores del Puerto La Plata.