Se estima que durante la temporada de cosecha gruesa, que este año se ha adelantado, aproximadamente 17 mil camiones transitarán diariamente por la ruta nacional 11. Ante esta situación, los residentes proponen limitar los cupos de tránsito y exigen la concreción de una obra vial licitada en la gestión anterior, diseñada para aliviar la congestión del tráfico.

La provincia de Santa Fe se enfrenta a un desafío logístico y de infraestructura debido a la cosecha récord que se espera este año y que podría generar un movimiento de más de 2 millones de camiones hacia los puertos santafesinos. 

Este fenómeno ha puesto en evidencia las dificultades de circulación en las rutas provinciales y nacionales, especialmente en la ruta provincial Nº 91, afectando directamente a los residentes de Villa La Ribera, Timbúes, Andino y Oliveros. Los vecinos de estas localidades han expresado su preocupación por la incapacidad de la infraestructura vial actual para manejar el flujo de tráfico pesado.

El Gobierno de Santa Fe ha reconocido la gravedad del problema, anticipando que varias rutas, incluyendo las rutas 33, 34, 9, 11, 10, 14, 16, 18, 21, 91, A012 y las autopistas Rosario-Córdoba, Rosario-Buenos Aires y Rosario-Santa Fe, enfrentarán momentos de colapso. 

En los puertos del Gran Rosario, uno de los nodos portuarios agroexportadores más importantes del mundo, la situación es igualmente preocupante, con el 90% de las cargas transportadas por camión.

Juan Carlos Vilanova, presidente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas, destacó los problemas en Timbúes y Puerto San Martín, donde los caminos de acceso no están en condiciones óptimas, especialmente durante las lluvias. Mientras tanto, el gobernador Maximiliano Pullaro ha enfatizado la importancia de manejar este flujo de manera segura y ordenada, crucial para el ingreso de divisas al país.

Cristian Cunha, secretario de Cooperación, ha afirmado que uno de los objetivos es minimizar los grandes congestionamientos y reducir las molestias a los residentes locales. La obra pendiente, que comprende un atajo que evita los tramos urbanos de la ruta 91 y conecta con la ruta nacional Nº 11, se presenta como una solución a largo plazo para aliviar estos problemas.

En un diálogo con Cadena 3, Roberto Guarnieri, presidente de Fadeeac, expresó su preocupación por la falta de avance en infraestructura en los últimos años, lo que afecta directamente a los transportistas. Guarnieri enfatizó la necesidad de abordar no solo la congestión, sino también las condiciones insalubres y los problemas de seguridad que enfrentan los choferes.

El gobierno provincial, junto con la Comisión de Transporte de la Bolsa de Comercio de Rosario, está trabajando en soluciones alternativas para minimizar el impacto, mientras se busca reactivar la obra pública pendiente.

Este fenómeno destaca la necesidad urgente de mejoras en infraestructura y planificación en una región clave para la economía argentina, donde la eficiencia del transporte y la seguridad vial se han convertido en preocupaciones centrales para autoridades y ciudadanos por igual.

Con información de Rosario 3 / Cadena 3/