La particularidad radica en que el buque es el ambiente laboral de los trabajadores mientras realizan sus tareas, pero también donde viven mientras están en altamar.

Las condiciones de protección y seguridad para la actividad humana en el entorno marítimo fue tema de uno de los paneles del Encuentro Internacional de la Industria Naval Einaval 2022.

En esta oportunidad disertaron Daniel Maldonado, director de la Escuela Nacional de Pesca; Mario Bernachi, integrante de B&B Ingeniería y Gestión de Riesgos; y Rafael Guinazu, de Marine Logistic S.A.

El panel contó con la moderación de Cristian Tarantino, gerente de Seguridad y Protección Marítima del Consorcio Regional de Mar del Plata.

La importancia de la seguridad y la educación para garantizar la misma fue abordada por los tres panelistas como parte del trabajo estratégico y fundamental en la actividad marítima. 

No sólo es importante saber qué hacer en el momento de riesgos, tales como un incendio o el uso de la balsa salvavidas, sino también, y, sobre todo, trabajar en la prevención de los mismos“, explicó Guinazu al referirse al trabajo que realizan para la reducción de accidentes y el cuidado de la vida humana desde la parte laboral.

Guiñazú afirmó que Argentina ha logrado certificar todos sus procesos desde el punto de vista de la seguridad por la entidad marítima internacional, lo cual muestra un fuerte desarrollo en el área teniendo en cuenta que la ley de riesgos del trabajo fue promulgada recién en 1995, tal como lo expuso Mario Bernachi.

Según el especialista, la particularidad de la actividad marítima es que los trabajadores, no sólo están en el ambiente laboral, el buque, mientras realizan sus tareas, sino que éste es el lugar donde también viven mientras están en altamar, lo cual le agrega una complejidad extra: “hay que pensar en la seguridad y la salud de esas personas que trabajan y viven ahí, y que deben hacerlo en un ámbito seguro”, explicó y agregó que entonces se pone en cuestión la idea de “modernizar la vida en el mar“, es decir, “diseñar un barco teniendo en cuenta a los trabajadores que van a pasar ahí su vida diaria, generar un ambiente libre de accidentes y libre de salud en el trabajo”. 

Guiñazú y Bernachi adelantaron que están trabajando en el desarrollo de unos manuales de buenas prácticas junto a sindicatos, la Asociación Argentina de ART, y la Asociación Bonaerense de la Industria Naval (ABIN), los cuales incluyen también apartados especiales que contemplan la perspectiva de género, con la intención de ponerlos a disposición de todo el sector de la industria naval.

Maldonado caracterizó la actividad como una que ya contempla la derrota, al enumerar la cantidad de cosas que pueden suceder estando embarcados. “Para navegar en una derrota segura se debe planificar las actividades dentro del buque como el entorno geográfico en el que vamos a navegar, para que se haga de forma segura y responsable”.

Es precisamente en estas cuestiones en las que se enfoca la formación de la Escuela Nacional de Pesca, en formar a los oficiales para poder garantizar una navegación segura. “Estamos a la vanguardia en lo que es formación y capacitación y somos referentes”, manifestó orgulloso Maldonado acerca de la Escuela, que tiene a la seguridad de la vida humana, el cuidado de los recursos con un enfoque ecosistémico de la pesca, prevención de la contaminación marina como los tres pilares fundamentales, y está próxima a cumplir sus 50 años de existencia. 

Fuente: Transport & Cargo