Este pontón puede cargar hasta 20 toneladas y además cuenta con rampas que le permitirían a maquinarias de gran tamaño embarcar y desembarcar por sus propios medios a través de las rampas que lleva en la proa.

Por Julio Mosle

El astillero estatal Tandanor diseñó y construyó en menos de seis meses un pontón de aluminio con dos motores fuera de borda que permitiría cargar y descargar contenedores de hasta 20 pies (casi siete metros) de largo o maquinaria de construcción desde el rompehielos “Almirante Irízar” u otros buques logísticos hacia las bases antárticas argentinas.

La posibilidad de operar la logística antártica con contenedores como los que se utilizan para el traslado de mercancías en las marinas mercantes permite simplificar la cadena logística: la agiliza y la torna más económica, reduce la cantidad de horas de vuelo que hasta ahora requieren los helicópteros en el rompehielos o la cantidad de viajes de sus lanchas de desembarco.

Este pontón puede cargar hasta 20 toneladas y además cuenta con rampas que le permitirían a maquinarias de gran tamaño embarcar y desembarcar por sus propios medios a través de las rampas que lleva en la proa.

El ingeniero naval Marcelo Padelín, parte del equipo de Tandanor que desarrolló el proyecto, afirmó en diálogo con Télam que “este pontón se pensó para poder descargar maquinaria rodante o contenedores de hasta 20 pies en bases como Petrel, tiene la posibilidad de trincar un contenedor como se hace en cualquier buque de carga o una maquinaria de gran porte”.

El aluminio tiene la ventaja de no tener problemas de corrosin
El aluminio tiene la ventaja de no tener problemas de corrosión 

El aluminio tiene la ventaja de no tener problemas de corrosión y como allá se necesitan herramientas de bajo mantenimiento eso es fundamental, la cabina de los dos tripulantes se diseñó para protegerlos de la meteorología antártica y los dos motores fuera de borda fueron planteados para simplificar su mantenimiento o recambio de ser necesario“, destacó.

El especialista consideró que “es una embarcación simple, a un equipo de tres personas del área de ingeniería le llevó cerca de un mes y medio completar toda la documentación necesaria para presentar ante la Armada Argentina y para que el área de taller comenzase la construcción en el mes de octubre“.

En este caso con el aluminio en el astillero se reparan muchos buques, este es el primero que se construye en este material y podríamos también diseñar y construir lanchas patrulleras de aluminio para la Armada u otras embarcaciones rápidas”, completó Padelín.

El presidente del Astillero Tandanor, Miguel Tudino, dijo a Télam que “la idea la comienza a trabajar (la subsecretaria de Planeamiento Operativo y Servicio Logístico para la Defensa) Lucía Kersul, quien nos acerca la inquietud tanto de la construcción del pontón como de tanques de acero inoxidable para reemplazar los tanques de combustible que hoy están en las bases antárticas”.

Trabajando en conjunto comenzamos a darle forma a este proyecto que se materializó a partir de unos fondos que tenía disponibles el Comando Conjunto Antártico (Cocoantar) que le permitieron a nuestra división de ingeniería y construcciones llevarlo a la realidad“, resaltó.

El funcionario apuntó que “para el astillero este proyecto representa volver a construir en aluminio, que es una técnica y materialización que no se estaba utilizando, y es un nuevo proyecto desarrollado desde las oficinas técnicas del astillero y construido en sus talleres, tal como van a ser pronto los remolcadores y el buque hidrográfico en el que estamos trabajando; nos da la tranquilidad de que en estos dos años recuperamos la capacidad de hacer”.

También avanzamos con la construcción de tanques para gasoil antártico que como están destinados a las bases están diseñados con altos estándares medioambientales en acero inoxidable con doble pared autocontenible que evite cualquier tipo de riesgo para el lugar en el que se van a instalar“, completó Tudino. Fuente: Télam