La mayor obra portuaria chilena busca competir con el megapuerto peruano de Chancay.
Chile anunció este lunes, 21 de enero, la apertura de un proceso de licitación internacional para ampliar su principal puerto marítimo, San Antonio, con una inversión total de 4.000 millones de dólares.
Este ambicioso proyecto busca enfrentar la creciente competencia del megapuerto peruano de Chancay, financiado por China, y reforzar la capacidad del país para recibir los buques más grandes del comercio global.
“Queremos transmitir a quienes deseen ser parte de este proceso la enorme responsabilidad que implica la ejecución del proyecto ‘Puerto Exterior’, fundamental para el desarrollo portuario de Chile”, destacó Eduardo Abedrapo, presidente del directorio de la Empresa Portuaria San Antonio, durante la rueda de prensa que marcó el inicio del proceso.
El puerto de San Antonio, ubicado a 100 kilómetros de Santiago, actualmente maneja hasta 2,5 millones de TEUs (contenedores de 20 pies) al año. Con la primera fase del proyecto, prevista para completarse en 2036, la capacidad aumentará a cuatro millones de TEUs, gracias a una inversión inicial de 1.500 millones de dólares, financiada principalmente por el Estado chileno. Para 2050, se proyecta una capacidad total de seis millones de TEUs.
Un proceso robusto
El proceso de precalificación de empresas, que comenzó este martes, 22 de enero, se extenderá hasta agosto de 2025. Su objetivo es garantizar que las empresas interesadas cuenten con la experiencia técnica y solvencia económica necesaria para ejecutar las complejas obras marítimas. Solo las empresas que superen esta etapa podrán presentar sus ofertas técnicas y económicas en la licitación, cuya adjudicación está prevista para el primer trimestre de 2026.
Las obras a realizar incluyen infraestructura vial y ferroviaria, la construcción del rompeolas y el dragado de la dársena, con un costo estimado de 1.500 millones de dólares. Además, se implementarán medidas de mitigación ambiental para minimizar el impacto del proyecto.
El ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz, subrayó la importancia estratégica de este paso: “Hoy el Puerto Exterior de San Antonio da un paso crucial. Este proceso riguroso nos permitirá desarrollar una licitación robusta, garantizando la participación de especialistas y dotando a nuestro puerto de tecnologías de última generación.”


Un diseño pensado para el comercio global
El Puerto Exterior contará con dos terminales de atraque, Terminal Mar y Terminal Tierra, ambos de 1.730 metros, diseñados para recibir buques portacontenedores de hasta 400 metros de eslora. Se espera que la primera nave atraque en 2036, tras la finalización del Terminal Mar.
La inversión total para los terminales, que serán operados mediante concesiones portuarias, asciende a 2.500 millones de dólares, financiados por el sector privado. Según el cronograma del proyecto, en marzo de 2025 se firmará la primera operación de financiamiento con una entidad multilateral, y en junio se ingresará la Adenda Complementaria al Servicio de Evaluación Ambiental (SEA).
La ampliación del puerto de San Antonio posiciona a Chile en la carrera por liderar el comercio marítimo en el Pacífico Sur, en un contexto marcado por la reciente entrada en operaciones del puerto de Chancay en Perú. Este megapuerto, financiado por capitales chinos, representa un desafío estratégico para la región, y Chile busca responder con una infraestructura capaz de competir en eficiencia y capacidad.
“La ejecución de este proyecto es crucial para el desarrollo portuario de Chile y su integración al comercio internacional en las próximas décadas”, concluyó Eduardo Abedrapo, destacando la relevancia de contar con socios estratégicos para llevar a cabo esta obra histórica.
PSA/ EFE/ DW/ IGC/DPA