En un fenómeno sin precedentes, miles de vehículos eléctricos procedentes de China han colapsado importantes puertos europeos, transformándolos en extensos estacionamientos temporales. 

Según informes de The Financial Times, algunos de estos vehículos han permanecido en los puertos por períodos que alcanzan hasta los 18 meses, evidenciando una desaceleración significativa en las ventas y problemas logísticos en el continente.

El puerto de Antwerp-Bruges en Zeebrugge, Bélgica, es uno de los más afectados. Las autoridades portuarias han indicado que los distribuidores utilizan cada vez más estos espacios como almacenes temporales en lugar de trasladar los vehículos a los concesionarios.

 «En lugar de almacenar los autos en los concesionarios, se recogen en la terminal de autos«, mencionaron desde el Puerto Antwerp-Bruges.

Este problema se replica en otros puertos como Bremerhaven en Alemania y Livorno en Italia, donde la congestión ha llegado a tal punto que ha afectado la descarga de nuevos envíos. BLG Logistics, la empresa que gestiona el puerto de Bremerhaven, reportó «tiempos de permanencia más prolongados en sus instalaciones«, agravados desde que el gobierno alemán cesó las subvenciones a la compra de vehículos eléctricos en diciembre pasado.

Ejecutivos de la industria automotriz han expresado preocupación por la velocidad de venta de estos vehículos en Europa, que ha sido mucho más lenta de lo anticipado. «Los vehículos continúan aparcados, a pesar de que algunos puertos han pedido a los importadores pruebas de que han pedido transporte para llevarlos a los concesionarios», indicó un experto en logística automotriz consultado por The Financial Times.

El puerto de El Pireo en Grecia también ha experimentado retrasos significativos, afectando no solo la logística de vehículos sino también la operativa portuaria general. 

La situación actual plantea desafíos logísticos y económicos significativos, tanto para los importadores como para las autoridades portuarias, mientras buscan soluciones para liberar espacio y mejorar la eficiencia en la gestión de los inventarios vehiculares.

Las autoridades y empresas involucradas continúan buscando estrategias para acelerar la distribución de estos vehículos y aliviar la presión sobre los puertos afectados, en un esfuerzo por restablecer la normalidad operativa y evitar futuras congestiones.

Con información de The Financial Times/ Rushters /