POR: Agustín Barletti
El Ministerio de Transporte de la Nación oficializará en las próximas horas el llamado a audiencia pública por el Canal de Magdalena. El encuentro se presenta como una simple formalidad y al solo efecto de dar cumplimiento con la Ley General del Ambiente N° 25.675, ya que los estudios de impacto ya fueron realizados por Argentina y aprobados por Uruguay.
Al cierre de esta edición, se esperaba la publicación en el Boletín Oficial de la Resolución 103/2021 del ministerio de Transporte de la Nación citando a esta audiencia no vinculante para el próximo 7 de mayo, a partir las 9.30.
La audiencia, solicitada por la Unidad Ejecutora, a cargo de José Beni, titular de la Administración General de Puertos, será presidida por Marcela Passo, Secretaria de Articulación Interjurisdiccional del ministerio, acompañada por otros integrantes de la Unidad y funcionarios. Se realizará de forma virtual en virtud de la pandemia de Coronavirus.
La convocatoria está basada en el artículo 2 inciso c) de la Resolución N° 33/21 del ministerio, que establece que la Unidad Ejecutora «deberá impulsar y coordinar una audiencia pública, conforme lo establecido por la Ley N° 25.675, de toda la documentación, antecedentes, y estudios producidos en el marco del Proyecto del Canal de Navegación Magdalena».
La audiencia será el paso previo al llamado a licitación de esta obra que transformará la interconexión fluvial y marítima argentina y la zona de influencia de la provincia de Buenos Aires, generando más desarrollo de infraestructura y trabajo en los distritos provinciales.
El Canal Sur, como se denominó en algún momento, o el Canal Magdalena, ya se había utilizado desde el siglo XIX para el ingreso al Río de la Plata. Más de 50 años después un informe económico concluyó que se trataba del acceso con mayor beneficio para la navegación de los puertos metropolitanos. Luego en 2013, la subsecretaría de Puertos y Vías Navegables de la Nación a cargo de Horacio Tettamanti, dictó la disposición 584 por la cual habilitó y definió este canal de navegación a profundidades naturales y estableció la boya de acceso en el kilómetro 196.
El Canal Magdalena tiene diferencias fundamentales de diseño con el de Punta Indio, los cuales representan beneficios indiscutibles para la Argentina. Sus 150 metros de ancho de solera le permitirán ser un canal de doble vía, y posibilitará servicios de ingresos y salidas simultáneas; además estará orientado en el sentido natural de la corriente, situación que abarata costos de mantenimiento y mejora los tiempos de navegación. Esto es así porque se genera una salida y entrada directa de los buques hacia el mar desde la Argentina, y viceversa; uniendo la Argentina marítima y la fluvial. También implica menor tiempo y menor costo para que los buques de mayor tamaño puedan completar la carga en puertos como Bahía Blanca o Quequén, y evita la navegación en la Zona Alfa frente a Montevideo donde los buques tienen demoras de 3 a 16 días, buques que por otra parte se dirigen o provienen en un 90% de puertos argentinos.
Una reflexión final: esta audiencia pública se realiza porque anteriormente se llevaron a cabo los estudios de impacto ambiental del Canal Magdalena, algo que aún no sucedió en la vía de navegación troncal del Paraná. Entonces, si el gobierno piensa licitar la hidrovía del Paraná frente al vencimiento de la actual concesión, lo primero que debiera hacer son estos estudios que demandarán un tiempo mínimo de 18 meses. Recién allí podrá citar a la audiencia pública prevista por la ley, para luego llamar a licitación. Mientras tanto, el gobierno deberá tomar las medidas para garantizar la navegabilidad de la principal vía de salida de nuestras exportaciones con el mismo nivel de calidad actual en dragado y señalización. Fuente; Transport & Cargo