Si bien está lejos de la altura promedio, desde el Instituto Nacional del Agua indicaron que la tendencia para la primera quincena de febrero puede llevar el nivel por encima de los dos metros, un valor que no se da desde marzo del año pasado

Después de un año en el que el río Paraná sufrió una bajante histórica que llevó el nivel del caudal a menos de medio metro, se muestran señales de recuperación que dejan ver un panorama alentador. Esto y la pandemia, que limitó a muchos que en otras ocasiones se hubieran ido de vacaciones a otros destinos del país, hacen que el río muestre un boom en cuanto a la navegabilidad; al punto que desde la Cámara Náutica de Rosario afirman estar “desbordados” para reparar motores y embarcaciones.

En otros ámbitos, este dato también se configura como algo positivo ya que, por ejemplo, desde Aguas Santafesinas indicaron que “alivia” el trabajo de los equipos (en un momento en el que el calor no da tregua) y desde sectores ambientalistas destacan el período de análisis e investigación en el que se encuentra el río luego de llegar a niveles históricos por la poca cantidad de agua en 2020.

Según los registros de Prefectura hasta este jueves, la altura del río Paraná en Rosario se ubicaba en torno al 1,30 metro, algo que muestra un crecimiento considerable si se tiene en cuenta que el año pasado ese valor llegó a mínimos históricos, cuando se ubicó por debajo de los 10 centímetros, el 21 de mayo de 2020, según las mismas mediciones.

A pesar de la mejoría que se viene dando desde mediados de este mes, un reporte del Instituto Nacional del Agua (INA) indica que en la zona de Rosario, el río muestra valores bajos (la altura media histórica entre 1966 y 2020 es de 3,49 metros), pero que la recuperación progresiva del caudal puede continuar en la primera quincena de febrero: para el 2 de febrero se prevé 1,50 metro, mientras que para una semana después el estimativo de la tendencia que refleja el INA se ubica ya en los 2 metros, un valor que no se ve desde marzo del año pasado, teniendo en cuenta las cifras de Prefectura.

El sector náutico está “a full”, según dijo a La Capital el titular de la Cámara Náutica de Rosario, Jorge Pinilla. “Está todo muy activo. Estamos pasando por un muy buen momento tanto en trabajos como en servicios”, detalló.

Sin perder de vista las aglomeraciones que se dan en algunos sectores de las islas, remarcó que la situación “era un poco lo que se esperaba, que iba a explotar por la gente que no se va de vacaciones y que tiene cercanía con el río”. Y justamente, es por la primera situación que Pinilla contó que hay un cambio de hábitos entre a los que “realmente les gusta el río”: “Van los días de semana porque los fines de semana se desborda. Quieren estar tranquilos”.

Al margen del fenómeno en la actividad, Pinilla comentó que el problema que hay en el sector es la falta de motores y de repuestos “por el dólar”, algo que obliga a los vendedores a descartar algunas ventas y a mecánicos a poner todo el ingenio para reconstruir algunas piezas que, en caso de cambiarlas, costarían hasta 500 mil pesos.

“Tenemos muchos problemas para conseguir repuestos porque es todo importado, igual que los motores, que no hay nacionales. Nos estamos esforzando con un grupo de mecánicos y torneros para reparar cosas que son prácticamente irreparables y para fabricar algunas piezas, que tenemos que hacerlo porque los repuestos están a muy alto precio por el dólar”, explicó, para agregar que la parte de estos servicios está con mucho trabajo y, por momentos, “desbordados”.

De todos modos, Pinilla celebró la recuperación en el río e incluso dijo: “Ahora que subió, hay algunas embarcaciones que estaban varadas y que pudieron salir”.

Actualmente, el panorama también es alentador para Aguas Santafesinas (Assa) ya que “mejora la capacidad de captación nuestra y alivia el funcionamiento de nuestros equipos”, aseguró el gerente de Relaciones Institucionales de Assa, Guillermo Lanfranco.

“Estamos terminando de instalar la bomba nueva y ya en los próximos días va a estar en funcionamiento”, señaló, en relación al dispositivo que estará en la planta de Arroyito, en la estación de bombeo A, “que toma el agua del río y la impulsa para los procesos de potabilización”. Esta bomba tiene una capacidad de captación de agua del río de 5 millones de litros por hora.

Investigaciones

La situación histórica de la bajante que se dio el año pasado sigue presente. Es por eso que desde el sector ambientalista celebran los niveles de recuperación que está mostrando el río.

“En relación a los acontecimientos del 2020 que ocurrieron en el Delta, es alentador que el río vaya subiendo. Aunque sigue siendo una altura relativamente baja”, dijo Laura Prol, del Taller Ecologista, para agregar que si bien es importante que el nivel del río suba, “la altura regular del Paraná es entre 3 metros y 3,50 metros”.

A raíz de la bajante pronunciada del año pasado, comentó que “siempre tenemos en cuenta los informes de los organismos públicos que siguen las condiciones climático ambientales. Venimos trabajando junto a otras organizaciones de Brasil y Paraguay”.

Prol destaca que la situación de bajante histórica que se dio el año pasado abrió la puerta para intentar entender por qué pasó lo que pasó. Y para descubrir eso, hacen falta estudios, investigaciones y análisis que ya se están llevando adelante.

“Lo interesante es tener en cuenta que la bajante del año pasado fue histórica, que requiere de muchos análisis de estudios de expertos, de por qué se produjo una bajante de estas características después de 50 años. Es interesante ver, desde esa perspectiva, hacer el seguimiento del futuro del Paraná y de toda la cuenca”, concluyó Prol.

Fuente: La Capital, Por Tomás Barrandeguy