“La Prefectura Naval comenzó a aplicar la protección ambiental a través de la Dirección de Protección Ambiental, con tres ejes claros: la prevención, la detección y el control”, contó el Prefecto Filomatori.
Por Ariel Armero
Las consecuencias del cambio climático ha generado acciones desde todos los territorios. En el panel, “La Prefectura Naval Argentina y la mitigación de los efectos del cambio climático: regulaciones tendientes a la des carbonización y a la eficiencia energética en los espacios marítimos, fluviales y lacustres” , presentado en la EINAVAL, el Ingeniero Ervin Vargas Wilson, del Centro de Cooperación en Tecnología Marítima para la Región de Latinoamérica (MTCC) y la Universidad Internacional Marítima de Panamá; el Prefecto Mayor Leonardo Javier Filomatori y el Subprefecto Eric Ivan Sajtroch, de la Prefectura Naval Argentina disertaron acerca de las normativas que se vienen desarrollando para mitigar los efectos de esta problemática. El panel estuvo moderado por el Ingeniero Martín Rousseaux, de la Asociación Bonaerense de la Industria Naval.
“El objetivo es promover un transporte marítimo eficiente, sostenible y seguro”, manifestó Ervin Vargas Wilson. Hoy se considera que el 2% de los gases de efecto invernadero vienen del transporte marítimo, que genera anualmente un millón de toneladas de CO2. A su vez, teniendo en cuenta que se trata del transporte que mueve el 80% del comercio mundial, mostrando la mayor eficiencia, se vuelve crucial que éste siga desarrollándose a la vez que manteniendo estándares avanzados para la preservación del planeta. Se tratade un objetivo ambicioso porque, como demostró Vargas es “de carácter internacional y requiere de la participación de todos los países”.
En ese objetivo, la Organización Marítima Internacional (OMI) juega un papel importante, ya que es quien se encarga de emitir las recomendaciones y regulaciones necesarias para avanzar en la descarbonización y eficiencia energética.
“El acuerdo de MARPOL, en su anexo 6 cuenta con dos capítulos fundamentales: el 3, que regula la contaminación del aire y el contenido de azufre en los buques; y el 4, que habla de la eficiencia energética de los mismos”, explicó Vargas.
Los objetivos son por demás ambiciosos, ya que siguiendo lo planteado por la ONU, la intención es reducirla intensidad del carbono en un 40% para el 2030 y en un 70% para el 2050. “ Para esto es necesario un plan de acción nacional que ayude a mitigar los efectos, para que nuestras ciudades sean más eficientes, la energía accesible a todos y para abordar las emisiones de los buques de manera sostenible”, explicó el integrante del MTCC.
¿En qué trabaja la Prefectura Argentina?
Con objetivos tan ambiciosos, la Prefectura Naval Argentina se encuentra trabajando en lograr la certificación de los buques de acuerdo a los estándares internacionales.
“La evolución de la tecnología, los mercados, el transporte marítimo, con todo lo que implica, ha generado la necesidad de cooperación entre los diferentes actores del sistema, con coordinación e integración y con la finalidad de responder de manera expeditiva a los desafíos”, explicó el Prefecto Mayor, Leonardo Javier Filomatori.
Según expuso, la Prefectura nacional ya se encuentra trabajando con vistas a la reducción y la adopción de las directrices, en el camino de transición, la reducción y la búsqueda de combustibles alternativos. Para ello es “importante la cooperación entre los puertos”, según manifestó Filomatori.
“Parece lejano, pero el futuro de a poquito está llegando”, dijo a su turno el SubPrefecto Eric Ivan Sajtroch. “Las medidas han tenido su efecto en reducir la intensidad de carbono del transporte marítimo. El cambio se está dando en el alcance, antes se pensaba como una cuestión operacional y técnica dentro del busque, ahora se piensa en un enfoque integral y holístico integrando los nuevos combustibles no solo a bordo sino también en las fases previas”, agregó.
“Estamos también avanzando en reuniones con empresas propietarias y operadores de buques para ver el estado en el que están. El objetivo es poder mantener un dialogo constante para poder lograr la aplicación exitosa de la norma”, agregó Sajtroch.
Por el momento, según lo expuesto por el Subprefecto se encuentran ayudando a obtener las certificaciones correspondientes y establecido un sistema de cumplimiento con plazos. El trabajo por delante es inmenso ya que involucra el estudio y análisis de los datos que los buques han presentado, una información que se utilizará luego para elaborar futuras enmiendas y medidas basadas en datos reales.
“Es nuestro deber pensar cómo podemos aportar a este problema colectivo que es el cambio climático, debe haber solidaridad entre los Estados para mitigar las consecuencias”, manifestó el Prefecto.
Por el momento, los buques nacionales ya tienen en la gran mayoría un certificado internacional por prevención de contaminación y se está trabajando en una ordenanza para lograr la implementación del anexo 6 del acuerdo de MARPOL.