El director ejecutivo del Mercado Ganadero de Rosario (Rosgan), Raúl Milano, estimó que las exportaciones de carne vacuna superarán las 900.000 toneladas y aseguró que el productor se convirtió «en un gran ganador» a partir de la suba de precios que se dieron en la hacienda.

«Este año la Argentina vuelve a repetir un balance excepcional en lo que respecta al comercio exterior al superar por segunda vez en su historia las 900.000 toneladas», aseguró Milano en un comunicado difundido por el Rosgan con las conclusiones del año.

De concretarse esta estimación, se conseguirá por segunda vez en la historia superar dicha marca en lo que se refiere a los despachos del producto al exterior. Según el Consorcio de Exportadores de Carnes Argentinas (ABC), los embarques entre enero y noviembre de este año totalizaron 825.000 toneladas por US$ 2.510 millones.

Para Milano, «la exportación muchas veces es vista como un riesgo al consumo interno creyendo que si más vendemos afuera menos va a quedar adentro y, en realidad, es todo lo contrario». «Cuanto más exportamos, mayor cantidad de carne queda para el consumo. Todos los cortes parrilleros, asado, vacío y matambre solo abundan en períodos de exportación y actúan de moderador de los precios de estos cortes en el mercado interno. El consumidor puede elegir muy buena calidad a menores precio», explicó el ejecutivo.

Por otro lado, Milano consideró al productor vacuno como «el gran ganador» por la «recomposición de los ingresos en el criador mediante la fórmula combinada de mayores valores en las vacas y en un sostenido incremento del precio del ternero». En este sentido, explicó que «la invernada mostró las dos caras de una moneda, el invernador tradicional resguardando su capital y el confinamiento perdiendo capital ante el aumento del maíz y de la hacienda».

Por último, el dirigente empresario sostuvo que la actividad cuenta con «algunas amenazas» las cuales «surgen dado el carácter históricamente político del precio de la carne».

«Cada vez que los precios aumentan en función de la oferta y demanda en un mercado de competencia perfecta, la tentación de los gobiernos es tratar de ponerle corsets ficticios para morigerarla. La experiencia demuestra que las contenciones coyunturales siempre finalizan en impactos negativos a la producción y garantizan futuros aumentos de precios», indicó Milano. Fuente: El Litoral