El equipo holandés, bajo la coordinación de Luis Giordano, presidente del Corredor Bioceánico Norpatagónico (CBNP), realizó un exhaustivo trabajo de campo en la zona durante septiembre. Esta investigación forma parte de una iniciativa más amplia de la provincia para transformar el Puerto del Este en un Polo Logístico Pesquero y Náutico Deportivo.

Un equipo de cinco ingenieros civiles de la Universidad Tecnológica de Delft de los Países Bajos concluyó una investigación de dos meses en Argentina, presentando un ambicioso proyecto para el desarrollo de una nueva marina en San Antonio Oeste y el Puerto del Este. 

Este proyecto, orientado a usos turísticos, deportivos y comunitarios, fue presentado en la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires el pasado 1 de noviembre. La presentación de los resultados contó con la dirección de Pablo Areco, representante de la Consultora Besna y encargado del programa de intercambio entre la Universidad de Buenos Aires y la Universidad Tecnológica de Delft. Luis Giordano, representando al CBNP, y autoridades de la Facultad de Ingeniería de la UBA asistieron al evento.

El proyecto tiene como fin principal el diseño de una marina en el Puerto de San Antonio Este para fines recreativos y turísticos, incluyendo una conexión náutica con San Antonio Oeste mediante un sistema de lancha-taxi. Se presentó una visión integral del proyecto, abarcando desde el proceso inicial hasta las decisiones finales de diseño.

Se realizó un análisis multicriterio para evaluar diversas alternativas, considerando aspectos como accesibilidad náutica, flexibilidad, condiciones hidrometeorológicas, impacto ambiental, estética y comodidad.

La estructura seleccionada consiste en un muelle fijo en tierra conectado a una estructura flotante por una pasarela. Además, se incluyeron instalaciones en tierra como estacionamiento, edificio principal, oficinas, plazas, edificios secundarios, área de descanso, guardería para embarcaciones, área de almacenamiento y estacionamiento adicional.

Como conclusión, el equipo holandés recomendó realizar una evaluación de impacto ambiental del proyecto, involucrando a todos los actores relevantes, para asegurar un desarrollo sostenible y acorde a las necesidades de la comunidad.