“Mar de Historias” tiene por objetivo promover el conocimiento, la valoración y la protección del patrimonio cultural marino y costero de la Argentina. 

Es una iniciativa conjunta del Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL) ‒dependiente de la Secretaría de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura de la Nación‒, la Administración de Parques Nacionales y las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Antártida e Islas del Atlántico Sur.

Mar de Historias” busca dar respuesta a los siguientes interrogantes: ¿Qué es el patrimonio cultural marino costero? ¿Cuál es su importancia? ¿Qué riesgos lo amenazan? ¿Cuáles son las leyes y regulaciones vigentes? ¿Cómo podemos hacer para preservarlo?

La campaña se propone dar a conocer las riquezas culturales e historias vinculadas al Mar Argentino distribuidas a lo de largo de las costas, y de los sectores sumergidos de las provincias de Buenos Aires, Río Negro, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego, y Antártida e Islas del Atlántico Sur, como también de la Ciudad de Buenos Aires y las áreas protegidas nacionales.

Cristian Murray, arqueólogo e investigador del INAPL y coordinador de “Mar de Historia”  explica que “Nuestro país tiene más de 6000 km de costa marítima. El fondo del mar y sus costas resguardan vestigios únicos de nuestra historia, restos arqueológicos que son testimonio de las prácticas y costumbres de sociedades pasadas: naufragios, artes de pesca, estructuras, objetos de la vida cotidiana, fondeaderos”.

Y agrega: “Se trata de un patrimonio cultural de valor incalculable, en gran parte desconocido y poco valorado, que nos habla de las relaciones entre las personas y el mar a lo largo del tiempo. Un patrimonio que heredamos de nuestros antepasados y que aspiramos a que hereden nuestros hijos, pero que está amenazado por diversas actividades humanas y factores naturales”.

La arqueología subacuática y la gestión son herramientas fundamentales para ampliar nuestro conocimiento sobre ese pasado, favorecer su protección y promover los beneficios culturales y sociales asociados”, concluye Murray.

A diferencia de la mayoría de los ambientes terrestres, los entornos subacuáticos suelen brindar condiciones favorables para la preservación de restos de origen orgánico, como la madera, los vegetales, los huesos y los textiles. 

Esos vestigios irremplazables son un legado de nuestra historia. Forman parte de aquello que nos hace ser quienes somos y constituyen un valioso patrimonio cultural que debemos proteger en beneficio de las generaciones presentes y futuras.

Con el impulso de cada una de las direcciones de Patrimonio Cultural de las provincias antes mencionadas, la campaña fue desarrollada mediante un proceso de trabajo institucional en equipo y de carácter federal, durante el cual se trazaron colectivamente los objetivos de comunicación, los casos a difundir, las amenazas y las acciones necesarias para preservar el patrimonio subacuático de Argentina.

La UNESCO define el patrimonio cultural subacuático como “todos los rastros de existencia humana que tengan un carácter cultural, histórico o arqueológico, que hayan estado bajo el agua, parcial o totalmente, de forma periódica o continua, por lo menos durante cien años”.