Tras un largo período de bajante, donde se recaudó más de peaje de lo que se pagó en dragado, la situación será muy pronto diametralmente opuesta.

Por Agustín Barletti

Como en la fábula de la hormiga y la cigarra, muy pronto se verá la importancia del ahorro durante los buenos tiempos, para enfrentar las malas épocas.

Esto es así porque desde mediados de 2019, la bajante histórica del río Paraná trajo muy poca sedimentación y generó el escenario perfecto con mucha recaudación de peaje y poco trabajo de dragado.

Pero ahora, según los modelos dinámicos facilitados por el Instituto para el Clima y la Sociedad (IRI), para el período mayo-julio de 2023 se espera un casi seguro retorno del fenómeno meteorológico de “El Niño” con grandes crecidas y fuerte sedimentación.

La realidad será entonces diametralmente inversa porque no alcanzará la recaudación del peaje para pagar las labores de profundización necesarias para mantener los 34 pies de calado en la Vía Navegable Troncal (VNT). 

Esta situación no es nueva. En el “Niño” de 2013, Jan De Nul, a cargo del dragado de la VNT, realizó una inversión extra y a su exclusivo costo estimada en u$s 60 millones para contrarrestar esta situación. 

Su flota normal de seis dragas se vio por entonces reforzada por dos unidades adicionales de última tecnología y de tamaño nunca visto en Argentina. Jan De Nul movilizó la ultra moderna draga de succión en marcha Pedro Álvares Cabral con capacidad de cántara de 14.000 m3. También trajo la draga de corte y succión construida en 2011 Niccolo Machiavelli, con una potencia total instalada de cerca de 25.000 kw. Sumadas estas dos dragas a la Alvar Núñez Cabeza de Vaca, Niña, Vespucci, James Ensor, Sanderus y Capitán Núñez operó con un total de ocho equipos para mantener seguridad a la navegación y un servicio que garantizó el calado navegable de 34 pies que posibilitó una eficiente exportación de la cosecha.

Distinto fue el caso de la Unión Transitoria de Empresas (UTE) de capitales chinos, integrada por Shanghái Dredging Corporation y Servimagnus S.A., SDC do Brasil, Servicios Marítimos LTDA. Suc. Argentina, que, en la misma época, y por falta de inversión, no pudo mantener la profundidad de los canales a Martín García y fue virtualmente echada por los gobiernos de Argentina y Uruguay.

Estatizada la VNT en 2021, y frente a este escenario, el actual gobierno necesitará utilizar los importes sobrantes en las épocas de vacas gordas, o recurrir a fondos del Tesoro para sobrellevar lo que se viene. 

La administración que asuma el próximo 10 de diciembre, por su parte, deberá saber que se encontrará con esta situación adversa, porque la experiencia indica que la misma se extenderá como mínimo, por los próximos dos años.

Fuente: Transport & Cargo, El Cronista