El velero “Manta’” puede funcionar casi de manera autónoma, gracias a los plásticos que recoge del mar y que convierte en su combustible.

Yvan Bourgnon, un navegante francés, decidió fundar la asociación “SeaCleaners” debido a la multitud de desechos de plástico que se encontraba durante sus carreras con veleros.

Como producto de sus esfuerzos se creó “Manta”, un gigantesco velero que limpia el mar, recogiendo la basura plástica para convertirla en su propio combustible. Este mecanismo se lleva a cabo mediante un proceso ecológico que prácticamente le permite funcionar de forma autónoma, con una huella medioambiental mínima.

Según cálculos de expertos, cada año alrededor de 8 millones de toneladas de plástico terminan en el océano; y actualmente, debido a la pandemia de Covid-19, la situación se agrava aún más.

En 2020, la ONU estimó que un 75% del plástico con el que se fabrican los cubrebocas, guantes, entre otros artículos sanitarios, llegarán a los mares. El resultado: graves afectaciones para la vida marina y la economía.

El velero, cuyo nombre se debe a su similitud con una mantarraya, fue construido con acero de bajo contenido en carbono, mide 62 metros de alto y pesa mil 800 toneladas.

“Manta” funciona con un sistema de propulsión híbrido eléctrico, hecho a base de hidrogeneradores, dos turbinas eólicas y 500 metros cuadrados de paneles solares. Esto le permite:

  • Recoger hasta tres toneladas de plástico por hora.
  • Atrapar fragmentos de hasta 10 milímetros de tamaño.
  • Alcanzar basura que se encuentra hasta a un metro de profundidad.

A bordo del Manta” viajan dos personas encargadas de separar el plástico, mismo que se tritura, derrite y transforma en gas sintético.

Este último pasa a través de turbinas para generar electricidad, energía que permite al velero funcionar el 75% del tiempo sin usar combustibles fósiles. Fuente: Comunidad Náutica