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La Administración Portuaria del Puerto de Comodoro Rivadavia (APPCR) realizó la apertura de sobres en el marco de la Licitación Pública Nacional Nº 1/2024, cuyo objetivo es concesionar el uso y explotación del astillero ubicado dentro del predio portuario de la ciudad. A pesar de la venta de varios pliegos, solo se presentó una propuesta en este proceso.

Desde la APPCR evitaron brindar detalles sobre la empresa oferente y el monto propuesto, argumentando que, tras la apertura de sobres, se inicia un plazo de cinco días hábiles para que la Comisión de Evaluación y Pre-Adjudicación emita su dictamen. Según fuentes cercanas, la propuesta pertenecería a una Unión Transitoria de Empresas (UTE) respaldada técnicamente por Aloncar S.A., un astillero de Quequén dirigido por el Ing. Hugo Obregozo. Esta UTE estaría integrada por empresarios de Mar del Plata y Comodoro Rivadavia con experiencia en el sector pesquero y en la operación de embarcaciones.

El próximo miércoles 19 de febrero vence el plazo para la emisión del primer informe del comité evaluador. En esta instancia, se analizarán los antecedentes legales y societarios, la capacidad económica y la experiencia técnica de los oferentes. Solo aquellas propuestas que superen el 70% del puntaje máximo avanzarán a la apertura del «Sobre N° 2», donde se evaluará el plan de inversiones, el cronograma de obras, el canon propuesto y las exenciones de pago solicitadas.

Condiciones de la concesión y preocupaciones estratégicas

La licitación estipula que el adjudicatario deberá pagar un canon mensual aproximado de U$S 15.000, aunque estará exento del mismo durante los primeros tres años del contrato. A partir del cuarto año, el concesionario asumirá el pago total.

La concesión se extiende por 20 años, con posibilidad de prórroga por una década adicional. En este período, el adjudicatario deberá ejecutar las obras de infraestructura y mejoras establecidas en su propuesta de inversión, sujetas a la supervisión de la APPCR.

Uno de los aspectos clave de la licitación es la posibilidad de incorporar un Syncrolift de última generación, lo que representaría una mejora sustancial en la infraestructura del astillero. Sin embargo, la falta de límites claros respecto a los buques que podrán acceder a este servicio genera preocupación sobre el posible beneficio para flotas extranjeras que operan en la milla 200. También inquieta la extensión y ubicación estratégica del astillero, que podría convertirse en un punto de abastecimiento y mantenimiento de operaciones con intereses ajenos a los nacionales.

Un proceso con antecedentes fallidos

El astillero de Comodoro Rivadavia se encuentra inactivo desde la década de 1990, tras la quiebra del último concesionario y un largo litigio con el Banco del Chubut. Durante la administración de Favio Cambareri (2016-2024), se intentaron varias adjudicaciones, pero todas fracasaron.

En diciembre de 2022, una licitación nacional fue declarada desierta al no cumplir la única oferta presentada con los requisitos. En 2023 se evaluó lanzar una convocatoria internacional, pero el contexto político provincial y nacional lo impidió.

Actualmente, las instalaciones del astillero presentan un alto nivel de deterioro. La nueva licitación busca finalmente reactivar este espacio estratégico para la industria naval y pesquera, aunque persisten interrogantes sobre los destinatarios finales de los servicios que allí se presten. El próximo paso será la evaluación de la oferta presentada, en un proceso que podría definir el futuro de esta infraestructura clave para la región.