El reciente anuncio del presidente Javier Milei sobre el dragado de los brazos Paraná Bravo y Paraná Guazú —presentado como un paso hacia la integración de Entre Ríos al sistema de la hidrovía Paraná–Paraguay— no constituye una novedad para el sector portuario y logístico.

Redacción GlobalPorts


De acuerdo con los pliegos de la licitación de la Vía Navegable Troncal (VNT), publicados a fines de 2024, ambos tramos (Paraná Bravo y Paraná Guazú)  ya estaban incluidos en el alcance técnico del contrato de concesión, junto con otros sectores del río Paraná y del Río de la Plata.

Una reafirmación de lo previsto en la licitación

En los documentos oficiales del proceso de contratación —identificado como Licitación Pública Nacional e Internacional N° 504/1-0001-LPU24— se especifica que la concesión comprende el dragado, redragado y mantenimiento de la vía navegable desde el kilómetro 1.238 del río Paraná hasta la Zona de Aguas Profundas Naturales del Río de la Plata, abarcando los brazos Paraná Bravo, Paraná Guazú, Paraná de las Palmas y Talavera, entre otros.

Asimismo, la Circular Modificatoria N° 1, emitida el 10 de diciembre de 2024, ratificó la inclusión de estos sectores dentro del área sujeta a dragado y balizamiento, sin que se introdujeran cambios sustanciales respecto de su tratamiento técnico.

Por lo tanto, el anuncio presidencial no implica una modificación de los términos de la licitación ni la incorporación de nuevos tramos a la vía navegable, sino una reafirmación de lo que ya estaba contemplado en los documentos contractuales que el sector conoce desde hace meses.

Una comunicación con impacto político, pero sin cambios técnicos

El mensaje difundido por el presidente Milei —en el que sostuvo que el dragado de los brazos Paraná Bravo y Guazú alcanzará una profundidad de 34 pies (10,36 metros) y será financiado por el sector privado— se interpreta en el ámbito técnico como una puesta en valor pública de una obra ya prevista, más que como una ampliación de su alcance.

Especialistas en vías navegables consultados por GlobalPorts remarcan que el desafío no radica en el anuncio, sino en la implementación efectiva y el mantenimiento sostenido de la profundidad proyectada.

Desde esta perspectiva, el acento político del anuncio puede responder más a la necesidad de mostrar avances visibles de gestión en un año electoral que a un cambio real en los planes de desarrollo de la Vía Navegable Troncal.

Entre la narrativa política y la agenda técnica

Para los actores de la comunidad portuaria y logística, el anuncio presidencial no introduce nuevos elementos técnicos ni contractuales. Sí marca, en cambio, una decisión política de priorizar públicamente la integración fluvial de Entre Ríos, un reclamo histórico de esa provincia que hasta ahora no contaba con visibilidad mediática fuera del ámbito especializado.

El desafío de fondo sigue siendo el mismo: garantizar una vía navegable eficiente, ambientalmente sostenible y económicamente viable, bajo un esquema de concesión que asegure previsibilidad a largo plazo para los operadores, exportadores y puertos del sistema.

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