La botadura de un pesquero en el Astillero Contessi, refleja la pujanza de este sector industrial que de gran generador de mano de obra
Por Agustín Barletti
El Astillero Naval Federico Contessi y Cía. S.A. concretó su botadura número 137 con la entrega del buque pesquero “Camilo S” al armador Mateo Mariscal. El buque, un fresquero multipropósito de 20,98 m. de eslora, tendrá puerto de asiento en Rawson (Chubut) y se dedicará a la pesca de langostino patagónico, aunque también operará sobre anchoa, merluza y otras especies de estación.
Nuevamente en el marco de una ceremonia inusual, realizada con escasa presencia de público debido a las restricciones vigentes, se destacó la transmisión integral realizada en vivo a través de las redes sociales del astillero; una modalidad que permitió difundir en tiempo real y sin límites geográficos el trabajo de esta industria local y compartir el importante momento para la familia armadora.
Junto a propietarios, familiares y empleados afectados a la maniobra se destacó la presencia autoridades del área: el Secretario de la Producción Fernando Muro; el Comandante del Área Naval Atlántica y Jefe de la Base Naval Mar del Plata, Cap. de Navío Marcelo Luis Fernandez; el Jefe de la Prefectura Naval Mar del Plata, Prefecto Mayor José Dos Santos; el presidente del Consorcio Regional Portuario de Mar del Plata, Gabriel Felizia y el nuevo cónsul de Italia en Mar del Plata, Santo Purello.
El Padre Juan Pablo Arrechea bendijo la embarcación y la madrina Sonia Sosa fue la encargada de estrellar la botella de champagne contra el casco del buque, en el instante previo a que el mismo tocara por primera vez las aguas del mar.
En la parte central del mensaje del directorio del astillero se destacó que la firma “No solo ha podido recuperar los niveles de producción previos, sino que los hemos incrementado notoriamente gracias a las inversiones realizadas y el personal contratado. Nos complace también que otros astilleros de Mar del Plata hayan inaugurado importantes obras de infraestructura para la construcción de buques. Nuestras autoridades confiaron en la industria naval argentina, sosteniendo políticas de incentivo y frenando la competencia desleal que fue siempre la importación de buques usados y el sector privado ha demostrado estar a la altura de las circunstancias. Pero no podemos ser egoístas y reconocer que aún quedan muchos importantes astilleros privados a lo largo y ancho del país, están esperando su oportunidad para llenar sus gradas con nuevas construcciones. Nuestro compromiso es trabajar para consolidar este momento, competir sanamente y ampliar la oferta productiva.”
En otro tramo del discurso se agradeció la confianza del armador Mateo Mariscal y de toda su familia, pescadores genuinos que con gran esfuerzo se han abierto camino en la industria y se reconoció especialmente el trabajo y la profesionalidad de todo el plantel del astillero, así como de la gran red de navalpartista. Fuente: Transport & Cargo, El Cronista