En un reciente acontecimiento que ha generado amplio repudio, se ha dado a conocer que un grupo de 800 argentinos fue impedido de desembarcar en las Islas Malvinas desde el crucero Norwegian Star, el pasado 1 de febrero.
El objetivo de esta visita era rendir homenaje a los soldados caídos durante el conflicto de 1982, visitando el Cementerio de Darwin, un gesto de paz y memoria que lamentablemente fue frustrado.
El gobernador de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Gustavo Melella, expresó su firme repudio ante este incidente, calificándolo de “acto tremendo” por parte del gobierno británico y sus representantes en las islas. Al mismo tiempo insto a la Cancillería argentina a expresarse con firmeza ante este suceso, subrayando la importancia de respetar el derecho a honrar a los caídos en el conflicto del Atlántico Sur.
La situación fue revelada por Elizabeth Márquez, presidente de la Asociación Civil Conciencia en Unión Vida y Verdad, quien se encontraba a bordo y ha hecho pública la negativa al desembarco a través de una carta abierta. Según Márquez, el capitán del crucero, Luigi Gentile, citó condiciones climáticas adversas como motivo para la prohibición, a pesar de que otros buques permitieron el desembarco de sus pasajeros en las islas.
Este grupo de argentinos, que había preparado 260 cruces en homenaje a los soldados, se vio profundamente afectado por la decisión, la cual ha sido cuestionada por su aparente falta de fundamentos sólidos y ha sido interpretada por muchos como un gesto de insensibilidad y falta de comprensión hacia el significado profundo de este acto de memoria.
El secretario de Malvinas y Asuntos Internacionales de la provincia, Andrés Dachary, ha señalado que, más allá de las capacidades legales del crucero para tomar tal decisión, la acción demuestra una clara intención de congraciarse con las autoridades de la isla, exacerbando las tensiones en un tema ya de por sí delicado.
Los pasajeros afectados, junto con el apoyo de turistas de otras nacionalidades presentes en el crucero, expresaron su descontento y buscaron explicaciones, culminando en una reunión con el capitán donde se modificaron las razones iniciales proporcionadas, sin ofrecer una solución satisfactoria.
Este evento no solo ha privado a un grupo significativo de argentinos de rendir homenaje a los héroes caídos en Malvinas, sino que también levantó serias preguntas sobre la diplomacia, el respeto a la memoria y la comprensión mutua entre naciones.
Con información de Telám