Diversas fuentes marítimas internacionales reportaron un grave incidente ocurrido en un astillero de la región de Tuzla, Estambul, donde el buque de carga rodada MV Elmes, de bandera de San Cristóbal y Nieves, habría sufrido una pronunciada escora hacia babor durante tareas de mantenimiento. Se espera una comunicación oficial de las autoridades turcas.
Redacción GlobalPorts
Según información preliminar difundida por portales especializados, un tripulante ucraniano habría perdido la vida y otros cuatro trabajadores resultaron heridos. Sin embargo, hasta el momento ni las autoridades turcas, ni el astillero, emitieron una comunicación oficial sobre el accidente.
Las primeras medidas adoptadas incluyeron la evacuación del personal, el aseguramiento del buque y la asistencia médica a los heridos. También se notificó al Estado de abanderamiento, a la autoridad portuaria de Estambul, al club P&I y a las aseguradoras, en cumplimiento de los protocolos internacionales de seguridad marítima.
El foco de la investigación se centra ahora en determinar si se efectuaron correctamente los cálculos de estabilidad y los procedimientos de lastre requeridos para operaciones en dique. También se indaga sobre la existencia y cumplimiento de permisos de trabajo, la certificación de los equipos de elevación y apuntalamiento, y posibles fallos humanos vinculados con la supervisión o la comunicación en el turno nocturno.
El caso del MV Elmes vuelve a poner en evidencia la necesidad de mantener el mismo rigor operativo en tierra que en el mar. La omisión de cualquiera de estos elementos puede derivar en tragedias evitables.
Los expertos señalan que este tipo de incidentes suelen originarse en una combinación de factores: errores en la gestión de pesos y lastre, fallas estructurales en los apoyos del casco o deficiencias en la comunicación entre cuadrillas de mantenimiento y supervisores técnicos.
Cada siniestro de este tipo recuerda la importancia de reforzar los protocolos de seguridad en toda la cadena marítimo-portuaria. La prevención, la formación continua y la cultura de seguridad deben ser prioridades permanentes en los astilleros del mundo.



























